En el corazón del estado de Puebla, el municipio de Cuautinchán vive una transformación silenciosa pero contundente. Bajo la dirección del alcalde José Luis González Hernández, la localidad ha despertado el interés de inversionistas nacionales del sector inmobiliario e industrial, gracias a una combinación de certeza legal, visión de desarrollo y disposición al diálogo.
“Cada inversión que llega a Cuautinchán no solo representa empleo o crecimiento urbano, también representa una oportunidad de colaborar con la sociedad y de cumplir con nuestras leyes”, señala el edil.
A diferencia de otras regiones donde el crecimiento se da con tensiones o falta de planeación, Cuautinchán ha logrado establecer un modelo de gobernanza que garantiza el cumplimiento normativo, el fortalecimiento de los ingresos municipales y la participación de los inversionistas en proyectos sociales.
El ejemplo más significativo es el de Ciudad Maderas, una desarrolladora que no solo tiene sus permisos y autorizaciones en regla, sino que además donó seis hectáreas de su terreno para la construcción de vivienda social, en coordinación con el gobierno estatal. Este gesto, según González Hernández, “refleja el nivel de compromiso de algunos empresarios con nuestro futuro”.
Los beneficios son concretos: los desarrollos inmobiliarios generan ingresos por concepto de predial y otros impuestos locales, lo que permite financiar obras y servicios públicos. Además, el crecimiento poblacional se da con orden y sin improvisaciones.
A esto se suma una alianza efectiva con el gobierno estatal, que ya trabaja en la infraestructura necesaria para mejorar la conectividad y atraer más inversión.
“Cuautinchán está demostrando que se puede crecer con responsabilidad, cumpliendo la ley y beneficiando a la gente”, asegura el alcalde. Con políticas claras, transparencia en los procesos y diálogo con la iniciativa privada, este municipio poblano se perfila como un ejemplo de desarrollo inteligente en el país.
GCM