Por años las mujeres han mantenido una lucha para vencer la cultura machista que persiste en las distintas áreas de su vida y el conocimiento, han tenido que esforzarse el doble o triple para prepararse académicamente y cumplir con el rol de mujeres que se les ha impuesto como la carga familiar y el trabajo a tiempo completo.
Las mujeres han alcanzado puestos claves en la iniciativa privada, la academia o el gobierno, pero ha sido de manera forzada y con acciones afirmativas porque no han logrado romper el “techo de cristal”.
Aunque ya tienen oportunidades en áreas como la ciencia y la tecnología, el camino sigue siendo complicado y aparecen nuevas barreras que impiden su completo crecimiento.
Cuando están muy preparadas académicamente quedan “sobrecalificadas” y cuando están a la par de los hombres son desestimadas o cuestionadas. Siguen enfrentando la resistencia de las estructuras patriarcales.
Hoy tanto mujeres como hombres tienen la misma capacidad y si se instruyen en las mismas áreas de conocimiento tienen la misma oportunidad de desarrollarse y destacar. Lamentablemente persiste la división sexual del trabajo, la cual ha sido construida de manera milenaria y sigue separando los roles, es decir, persiste la desigualdad en el mercado laboral.
Talento STEM crea SHELAB
Actualmente en México solo tres de cada diez mujeres a nivel profesional ocupan posiciones en los campos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), las cuales son esenciales para el desarrollo y la innovación en la sociedad moderna y que cada vez más demandadas en el mercado laboral actual.
Por ello, iniciativas como el de SHELAB buscan impulsar el talento femenino en STEM y emprendimiento, conectando a jóvenes con herramientas, mentorías, experiencias, formación y acompañamiento que las preparen para el mundo real.
A través de una plataforma digital, la cual aún está en preparación, sus fundadoras pretenden desarrollar las habilidades técnicas y blandas de las participantes, principalmente mujeres de la generación Z, mediante cursos, talleres y masterclasses impulsados por la inteligencia artificial, ya que una vez que concluyen la carrera es costoso seguir capacitándose para alcanzar un puesto importante.
“Nuestro objetivo son las chicas de la generación Z o junior porque las comunidades que existen en el país son para niñas o para niveles Senior o Silver que ya llegan a ser managers. La parte Junior tiene que ver con los primeros años tras salir de la universidad, implican prácticas profesionales o servicio social hasta los primeros cinco años. Una vez que veamos que el sistema funciona la idea es atacar los niveles más jóvenes, entre 15 y 18 años”, refiere Melissa Blanco, fundadora de SHELAB, iniciativa que puede encontrarse en redes sociales.
El equipo está conformado por Melissa Blanco, ingeniera industrial; Estefanía Xingu, abogada; Ren Badillo, ingeniera mecatrónica; Jelani Romero, especialista en Ciencia de Datos; Karen Durán, mercadóloga; y Violetta Cuellar, diseñadora industrial.
“Algunas están en Ciudad de México, otras en Toluca y el resto en Monterrey, trabajamos a distancia, pero también nos organizamos para reunirnos y trabajar de manera presencial”, explicó.
Buscan financiamiento
La idea nació en agosto de 2024 y este mes SHELAB lazó la campaña internacional de crowdfunding (una especie de financiación colectiva como método para recaudar fondos para proyectos y causas a través de pequeñas contribuciones de muchas personas, en esta página) en colaboración con Banco Santander para participar en el Santander X Explorer 2025, que implica 12 semanas de formación intensiva en emprendimiento para la incubación de proyectos.
“Fuimos uno de los 30 proyectos seleccionados a nivel mundial, de tres mil participantes. Es el único proyecto mexicano dentro de la red global de emprendimiento e innovación social y este tipo de campañas permite que las personas apoyen económicamente proyectos con potencial de crecimiento”, detalla Melissa.
El objetivo de la campaña fue conseguir financiamiento para desarrollar y lanzar una plataforma que permita conectar talento, compartir aprendizaje y brindar oportunidades, es decir, impulse la formación, mentorías y toda una comunidad STEM. “La campaña, que se lanzó el pasado 20 de octubre y concluyó este 19 de noviembre, buscaba recaudar 208 mil pesos, aunque el monto mínimo era de 27 mil pesos”.
Con lo recaudado darán vida al proyecto en forma a partir de enero de 2026, pero siguen buscando mujeres que deseen ser parte de su comunidad.
“Por el momento solo estamos en redes sociales, la plataforma estará lista por junio o julio de 2026, pero ya para finales de 2027 esperamos impactar a más de ocho mil mujeres con la ayuda de más de 200 mentoras, más de 50 expertas en STEM y más de 25 instituciones aliadas”, apuntó.
Aunque la campaña ya cerró, pueden hacerse aportaciones, las cuales van desde 50 pesos y hay varias recompensas con el nombre de mujeres STEM, las cuales hicieron historia, para honrarlas.
“La idea es que sepan que una vez que cumplan sus condenas pueden rehacer su vida, recibir apoyo y contar con las herramientas necesarias para seguir estudiando, por ello queremos darles mentorías para que se interesen en las carreras STEM y el emprendimiento que pueden ir desde las manualidades hasta la repostería y les generen un ingreso”, indica Estefanía Xingu.
Lo más importante -recalca- es que una vez fuera de los centros de internamiento juvenil no vuelvan a delinquir y construyan un modelo de vida basado en el aprendizaje que pueden proporcionarles, además de motivarlas a cursar una carrera universitaria, apoyarlas para conseguir financiamiento y poner sus propios negocios.
“No solo nos enfocaremos en las habilidades técnicas, sino en las blandas como el liderazgo, seguridad y empoderamiento, ya que ante una oportunidad laboral las mujeres no participan si no cumplen con todos los requisitos, mientras los hombres se postulan, pese a no cumplirlos”, indicó.
Lucha continua
Norma Baca Tavira, profesora investigadora en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), indica que en los últimos años ha habido un avance de las mujeres en las diferentes dimensiones de la sociedad, sobre todo, en el tema educativo y superior, ya no solo son maestras, técnicas o auxiliares. Hoy son profesionistas y estudian más que los varones un posgrado.
“Lo hacen con más esfuerzo porque si bien la dimensión y estructura social ha cambiado y se ha abierto, persisten las condiciones de género que limitan o dificultan su desarrollo. La matrícula de nivel medio superior, superior y posgrado ha incrementado, lo cual refleja que las mujeres están apostando más por la ruta profesional y prueba de ello es que el nivel de deserción de ellas en la universidad es menor a la de los hombres”, dijo.
La doctora en Ciencias recalca que, sí las mujeres tienen cada vez más estudios y están colocadas en los diferentes rubros gubernamentales, empresariales y académicos, están impulsando cambios sociales y familiares.
Ante la apertura para que hombres y mujeres estudien cualquier licenciatura, las relaciones sociales y el mercado de trabajo siguen permeados por el machismo y el "techo de cristal".
“Hoy las mujeres pueden estudiar ingeniería civil, pero es más común verlas en ingeniería en sistemas, industrial o química y en el mercado laboral los hombres son favorecidos en la contratación, pues se duda de la capacidad de las mujeres en un ambiente dominado por varones”, declaró.
En veterinaria, la mayoría de las estudiantes son mujeres, pero a la hora de elegir la especialización y el área de trabajo, ellas prefieren las pequeñas especies, mientras los varones las grandes especies. En el caso de las carreras contables pasa lo mismo, la mayoría de las mujeres son quienes se encargan de los números y la parte de recursos humanos, mientras los hombres están la parte ejecutiva o gerencial.
"Cuando logran ocupar un lugar en las empresas, se enfrentan al techo de cristal y llegan a un punto donde ya no pasan de cierta posición. En la base hay 100 mujeres, pero al escalar los puestos solo terminan siendo dos o tres", señaló.
Basta ver los requisitos que se establecen cuando se convoca a ocupar un cargo, si se trata de un varón prefieren que sea casado porque la familia le dará estabilidad, y si es mujer, de preferencia debe ser soltera porque la familia le demanda mucho trabajo y será "menos productiva".
Hoy tener una gobernadora y una presidenta de la República dice mucho del avance que han tenido las mujeres en los espacios públicos y de decisión, entendiendo todo lo que les costó llegar.
"Su presencia ha tenido que ser forzada y deriva de una discusión de hace muchos años para que exista la paridad de género, dado que el machismo sigue presente", mencionó.
A la fecha hombres siguen recibiendo ciertos beneficios, pero en los últimos años han optado por no seguir estudiando, quizá sea por las presiones económicas del hogar o porque le están apostando a creer sus propios negocios o impulsar un emprendimiento. En tanto las mujeres, apuestan más por la educación, aunque se casen y tengan hijos, hacen “malabares” y se esfuerzan el triple.
“En los posgrados hay más mujeres y va la credencial educativa por delante para equilibrar un poco más las cosas, pero en el mundo laboral muchas veces las mujeres que se preparan mucho quedan ‘sobrecalificadas’ y cuando están a la par de los hombres son descalificadas”, evidenció.
Mujeres en la ciencia
Las mujeres mexicanas han hecho contribuciones significativas en la ciencia, desafiando estereotipos y abriendo caminos para futuras generaciones. A pesar de los logros, las mujeres en la ciencia enfrentan barreras significativas. A nivel global, solo 33 por ciento de los investigadores son mujeres, y menos de 12 por ciento forman parte de academias científicas.
En México, aunque ha habido avances, la brecha de género persiste, especialmente en niveles más altos de investigación y liderazgo, especialmente en la carga laboral y los salarios. En la fuerza laboral solo 28 por ciento de los colaboradores STEM, es decir, trabajos y carreras en los campos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, son mujeres.
Para el primer trimestre del 2025, el número de mujeres vigentes en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), creció en 60.7 por ciento, alcanzando 18 mil 462 investigadoras. El padrón total del SNII es de 44 mil 902 investigadores.
De acuerdo con la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), la tasa relación hombre-mujer del SNII se redujo 13.6 por ciento en seis años, ya que, en 2019, por cada mujer había un total de 1.66 hombres, mientras que para 2025, hay 1.43 hombres por cada mujer.
Todas las personas investigadoras del SNII son susceptibles del apoyo económico que otorgan las Becas Nacionales para Estudios de Posgrado, la cual, si bien está dirigido a ambos géneros, en los Términos de Referencia ‘Estudios de Posgrado en programas que pertenezcan a las áreas de Físico-Matemáticas y Ciencias de la Tierra, Biología y Química, Ingenierías y Desarrollo Tecnológico’, y ‘Estudios de Posgrado en Entidades Federativas con mayor rezago social’, tienen entre sus fines por una parte brindar la oportunidad de que más mujeres puedan acceder a educación superior en éstas áreas.
PNMO
