Guadalupe González Martínez es una mujer de ascendencia indígena originaria del Estado de México, que fue sentenciado al 50 años de prisión por su participación en el delito de secuestro en agravio de la pareja de su ex esposo, sin embargo, asegura que este delito no lo cometió.
Este caso no es reciente y es que aparentemente el hecho ocurrió el 17 de junio de 2022, en el municipio de Temoaya, en el Valle de Toluca.
De acuerdo con la indagatoria, aparentemente la víctima, quien se dijo era pareja del ex esposo de Lupita, se dirigía a su domicilio en un autobús cuando fue interceptada por un hombre que supuestamente iba armado y que la obligó a bajar a la altura delegación de la delegación de San Pablo Autopan, en donde otros hombres ya le esperaban para subirlo a la fuerza a un vehículo particular.
Durante su privación, supuestamente fue sometida a tortura física, psicológica y agresión sexual y únicamente se reconoció la voz de María Guadalupe.
La investigación señala que eventualmente fue puesta en libertad en un campo.
Derivado de ello, fue que comenzó un proceso judicial en contra de María Guadalupe, quien en un primer momento fue sentenciada por los delitos de tentativa de Feminicidio, secuestro y violación.
Eventualmente, su caso, fue estudiado en la sala de asuntos indígenas del Poder Judicial del Estado de México (PJEM), quienes consideraron que era necesario estudiar el caso con una perspectiva indígena y que tanto los ofendidos como la justiciable deberían de tener un traductor en su lenguaje y cultura.
Eventualmente, el 1 de octubre de este año se celebró la audiencia de juicio en la que participó en diversos peritos, los asistentes, traducción indígena otomí y mazahua y luego el 16 de octubre se emitió un fallo de condena en el cual se le impuso a Maria Guadalupe una pena de prisión de 55 años, el pago de la reparación del daño por la cantidad de 107 mil 236 pesos y la suspensión de sus derechos políticos y civiles, tras acreditar su participación en el secuestro.
María Guadalupe explicó en una entrevista que durante las etapas anteriores le fueron absueltos dos delitos y que en lo que respecta a su posible participación en un secuestro, afirma que es un hecho falso.
“Sí, me señalaron varios delitos que es abuso sexual, tentativo de feminicidio, este secuestro. Yo salgo el día 27 de mayo de 2024, en donde supuestamente la víctima ACCO, dice que otra vez le ocurre otro secuestro el día 17 de julio de 2024, adonde otra vez acudimos, que yo la secuestro que yo no soy yo, sino que también viene mi hermana, que es la que me ha estado apoyando desde el principio”.
En todo momento ha estado acompañada de sus vecinos, amigos y familiares, quienes piden que no sea encarcelada, ya que confían en que ella no participó en este delito de la manera que describe la autoridad.
“Porque soy inocente, de todo eso de lo que me acusan, ellos me conocen, ellos me han visto que yo trabajo, que no me dedico a la delincuencia, y ellos saben todo. ¿Usted cree que si yo fuera una delincuente, estuvieran todos mis vecinos apoyándome?”.
A lo largo de este tránsito ha sido acompañada por diversas activistas, entre ellas, Carmen Sánchez, presidenta de la “Fundación Carmen Sánchez”.
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