Desde muy temprano, decenas de familias comenzaron a llegar al Panteón Las Huertas, en el municipio de Guadalupe, para recordar y rendir homenaje a sus seres queridos como parte de las tradiciones del Día de Muertos. Entre flores de cempasúchil, música y oraciones, el camposanto lució lleno de vida y color.
Entre los asistentes se encontraba Estela González, de la familia González Puente, quien compartió cómo su familia acostumbra visitar las tumbas de sus padres y hermana.
“Están mis papás y mi hermana. Aquí venimos y lavamos la tumba, renovamos flores, ponemos música y, pues, agüitas y así”, relató.
“A mi papá le tenía una canción preferida y ya se la pusimos, y a mi mamá otra, y también ya”, agregó.
A unos metros, Victoria González también acudió acompañada de sus familiares.
“Venimos a visitar a mis papás, a mis hermanos y a mi tía, y pues es un placer estar aquí con ellos hoy, en este día”, expresó.
“Flores de cempasúchil, la mano de león y sus flores rojas y amarillas; a mi mamá le gustaba mucho la mano de león y ya le dejamos ahí unas cuantas, y aquí traigo otras para mi otro sobrino que está más para allá”, comentó mientras arreglaba las ofrendas.
La familia Elizondo Ortega también se dio cita como cada año. Imelda Elizondo compartió que visitan a varios familiares sepultados en el mismo panteón.
“Aquí están mis papás, mi abuelita materna, una sobrinita hija de mi hermana que murió a los 9 años.
Sí, son aquí cerquitas: mi tía Lucha materna, mi tía paterna, mi tía Mague y varios sobrinitos, y acá mi abuela paterna.”
“Cada Día de Muertos, el cumpleaños de mi mamá, el día de Navidad y el Día de las Madres, somos once hermanos y nos ponemos de acuerdo en traer siempre flores, porque a ella le gustan mucho las flores en esos cuatro días del año.”
Por su parte, Brenda Flores, de la familia Arredondo Sánchez, compartió que esta fecha representa una oportunidad de encuentro y recuerdo.
“A mis abuelos y a mi hermana cada año venimos con toda la familia: venimos mis sobrinos, mis tíos, mi hermana, mi cuñado, pues primeramente para ver a mi abuela y a mi hermana que falleció también.”
“Era una persona muy trabajadora mi abuelita, mi abuelito también; hasta el último año yo creo que estuvieron trabajando, y mi hermana, pues, se fue joven y por eso venimos aquí a visitarlos.”
En otra sección del panteón, Teresa García visitó la tumba de su esposo, Eluterio Jasso Rodríguez, acompañada de sus hijos.
“A mi esposo, a mi mamá, a mi padrastro… anda mi hijo limpiando ahí, todos limpiando aquí; nos estamos un rato con ellos y así”, comentó.
Su hija, Victoria Jasso, explicó que para ellos esta visita va más allá de una tradición:
“Mi papá, en especial, que es al que vinimos, no nada más el Día de Muertos; venimos un poco más seguido. Venimos y le adornamos, que no nos olvidamos. Sabemos que él no está aquí, pero no nos olvidamos de que aquí hubo alguien, de que aquí está alguien, entonces venimos seguido como quiera.”
“Sí, traemos así su memoria, que a él le gustaba, y le ponemos canciones que a él le gustaban, ahorita en especial a él que no está acá con nosotros.”
Entre flores, música y recuerdos, los visitantes coincidieron en que honrar a los que ya partieron es también una forma de mantenerlos presentes.
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