De una inversión promedio de 52 mil pesos por hectárea, los productores de maíz apenas logran una ganancia de 8 mil pesos, y eso en el mejor de los casos.
Así lo explicó en entrevista Alejandro Aboytes, integrante y ex presidente del Consejo Estatal Agroalimentario de Guanajuato (CEAG), quien consideró que actualmente el sector agrícola atraviesa uno de sus peores momentos en décadas.
Aboytes detalló que una hectárea puede rendir alrededor de 10 toneladas de maíz, por lo que las empresas compran la producción en aproximadamente 60 mil pesos.
Sin embargo, al descontar los costos de inversión, el margen de ganancia apenas alcanza un 15%, y solo cuando las condiciones son favorables.
“En el mejor de los escenarios se recupera la inversión, pero en la mayoría de los casos eso no ocurre”, apuntó.
“Lo que falta considerar allí son los conceptos de composturas de maquinaria, arreglos de bombas de pozo, el pago del IMSS, los impuestos, y los gastos extras que van surgiendo. Todas esas situaciones son muy drásticas y al final, aunque pareciera que deberías tener ganancia, cuando metes todo eso que no habías contemplado, se evapora cualquier posibilidad de utilidad. Esa es la realidad de lo que tenemos”, señaló.
El ex líder agroalimentario mencionó que los productores han sufrido una descapitalización continua durante los últimos tres años, perdiendo utilidades de manera alarmante.
“No estás hablando de una empresa, sino de gente que trabaja en esto como su modo de vida. Si el agricultor tiene un gasto no previsto, eso le pega directo a su bolsillo. No hay una formalización; somos agricultores, en su mayoría, más que empresas agrícolas”, agregó.
Aboytes subrayó que este es un negocio de reinversión constante, pues los productores deben destinar sus ganancias a preparar la siguiente siembra. Sin embargo, cada vez resulta más difícil cumplir ese ciclo, y muchos terminan pidiendo fiado semillas o fertilizantes para continuar con su actividad.
“Tienes que ver cómo sacas tu cultivo para obtener el dinero de la cosecha, y cuando por fin lo recibes, ya lo debes. Esa es la desesperación del agricultor. Si hablas de alguien con 20 hectáreas y una ganancia de 8 mil pesos por hectárea, estás hablando de 160 mil pesos en seis meses, o sea unos 26 mil pesos mensuales, de los cuales todavía hay que descontar los gastos no considerados”, puntualizó.
Finalmente, el productor confió en que la negociación actual entre el sector agrícola y las autoridades logre acuerdos favorables.
Aseguró que la riqueza del campo se está erosionando con el paso de los años, y que es urgente fortalecer los apoyos gubernamentales y los precios base para evitar que más agricultores abandonen la actividad.