Son ya 48 horas las que productores agrícolas se han mantenido firmes en el bloqueo del tramo de la carretera federal 90 Pénjamo–Santa Ana Pacueco, a la altura de la comunidad de Laguna Larga de Cortés. La exigencia es clara: que el gobierno federal atienda sus demandas, entre ellas establecer un costo base de 7 mil 200 pesos para sus cosechas y realizar ajustes a la Iniciativa de Ley de Aguas Nacionales.
Rafael Hinojosa, productor de Pénjamo, explicó que únicamente se permite el paso a unidades de la Policía Estatal, Guardia Nacional, ambulancias y vehículos particulares en situaciones extraordinarias. Reiteró que el bloqueo se mantendrá hasta que existan soluciones concretas.
“El mes o hasta que se acabe el año. Estamos dejando pasar ambulancias, gente de trabajo, niños, porque no podemos afectar al 100 por ciento. Ahorita estamos exigiendo pacíficamente, pero el gobierno nos va a dar la pauta. Nos vamos a mantener firmes con la gente de Chihuahua; somos uno solo”, señaló.
El bloqueo inició el lunes alrededor de las 10:00 de la mañana. MILENIO constató que la fila de vehículos alcanzaba ya los 10 kilómetros, en su mayoría unidades de carga cuyos operadores muestran desesperación ante los retrasos en la entrega de mercancías. La falta de cumplimiento de acuerdos previos, aseguran, es lo que ha prolongado la protesta.
Fernando García, también productor de Pénjamo, lamentó que las negociaciones no hayan avanzado.
“Quedaron que no le iban a bajar los bodegueros de 5 mil 200 y ya le bajaron a 4 mil 800. No nos cumplieron. Dicen que ya hay mesas de diálogo… ¿cuáles? Si van nuestros compañeros y no los atienden. Ayer se aventaron 12 horas y no llegaron a nada. Eso no se vale”, sostuvo.
Las afectaciones también alcanzaron a familias que viajaban en transporte público: algunas tuvieron que descender y esperar sobre la carretera, buscando sombra mientras los niños eran entretenidos por sus padres ante el intenso sol.
En medio de la congestión, solo vehículos pequeños han logrado avanzar al circular en sentido contrario por la orilla del otro carril para dirigirse hacia La Piedad, una maniobra arriesgada que refleja el caos que se vive en la zona.