Desde hace 24 horas, productores agrícolas mantienen bloqueadas las vías del tren en el municipio de Pénjamo. La manifestación, que busca presionar por mejores precios para el maíz y el sorgo, ha frenado el paso de los trenes de carga que conectan con el corredor industrial de Guanajuato.
Durante un recorrido realizado por Milenio, se constató la presencia de seis productores que permanecían en guardia en la zona. Desde el lunes, los manifestantes colocaron montículos de tierra a las 9 de la mañana para impedir únicamente el paso del tren, sin afectar la circulación vehicular sobre la carretera federal, que continúa abierta al tránsito normal.
Al dialogar con los manifestantes, reiteraron que no retirarán el bloqueo de la vía ferroviaria hasta alcanzar un acuerdo con las autoridades y compañías, quienes este martes volverán a reunirse en la Ciudad de México con la comitiva guanajuatense. Advirtieron que, de no lograrse avances, podrían extender los bloqueos a otras zonas del municipio.
A lo largo del lunes, los productores bloquearon tres tramos de las vías ferroviarias, uno de ellos en la carretera La Herradura, a la altura de la comunidad Zapote de Barajas, como parte de su exigencia de mejores condiciones para el campo.
Los integrantes del Movimiento Agrícola Campesino señalaron que el bloqueo se mantiene desde el 3 de noviembre, con la intención de presionar a las autoridades e industriales del maíz, ya que las vías afectadas forman parte del corredor ferroviario que conecta con el corredor industrial de Guanajuato y con las rutas de distribución de mercancías en la región.
Ese mismo día, una comitiva de agricultores guanajuatenses sostuvo una reunión con diputados federales en la Ciudad de México, donde se acordó emitir un exhorto desde el Congreso de la Unión para que los industriales del maíz revisen y mejoren el precio de compra del grano. Sin embargo, los productores afirmaron que no retirarán los bloqueos hasta que existan compromisos firmes y acuerdos concretos.
Entre las principales demandas del movimiento, los productores exigen precios justos que reconozcan un pago equitativo por su trabajo, en especial para los cultivos de maíz y sorgo; una negociación digna que garantice la soberanía alimentaria del país, y la dignificación del campo mediante mejores condiciones de vida y de trabajo para las familias productoras de México.