El Ayuntamiento de Pachuca ha tomado formalmente las riendas del Rastro Municipal, que hasta hace poco operaba bajo la Sociedad de Producción Rural Cárnicos de la Zona Metropolitana de Pachuca. Este cambio marca el inicio de un ambicioso proceso para regularizar y optimizar el servicio de matanza de ganado en la capital hidalguense.
Actualmente, las autoridades están llevando a cabo un diagnóstico técnico y operativo exhaustivo para evaluar el estado actual de la infraestructura y el equipo. Simultáneamente, se están agilizando los trámites para la actualización de permisos y licencias, asegurando que todas las operaciones cumplan con la normativa vigente en materia sanitaria y ambiental.
El rastro cuenta con un equipo de 36 personas en el área operativa, quienes ya trabajaban para la sociedad comodataria, y diez más que integran el comité de vigilancia adscrito a la Secretaría de Servicios Públicos Municipales. Este centro es vital para el abasto local, beneficiando a 29 introductores y manejando un promedio diario de sacrificio de 220 porcinos y 25 bovinos.
Conscientes de su importancia, el ayuntamiento ha delineado una serie de acciones clave para la rehabilitación y fortalecimiento de las instalaciones. Entre las labores programadas destacan: impermeabilización y pintura en interiores y exteriores, reparaciones de herrería y soldadura, rehabilitación del patio trasero, fumigación constante para el control de fauna nociva y mantenimiento de la higiene.
Además, se está coordinando con la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado del Estado de Hidalgo (CAASIM) para la rehabilitación de la planta de tratamiento de aguas residuales, un paso crucial para garantizar procesos sanitarios y responsables con el medio ambiente.
Para mejorar la eficiencia operativa, también se están gestionando recursos para la adquisición de una depiladora hidráulica en el área de porcinos y para el mantenimiento general de la maquinaria, que presenta un desgaste considerable tras años sin intervenciones preventivas.
Todas estas acciones buscan devolver la eficiencia a un espacio esencial en la cadena de suministro de la región, garantizando procesos dignos y seguros. El objetivo final es asegurar que tanto los prestadores de servicios como las familias de Pachuca y sus alrededores reciban productos cárnicos en óptimas condiciones de sanidad y calidad.