Mientras en miles de hogares se preparan cenas y reuniones familiares con motivo de la Navidad, hay personas para quienes estas fechas transcurren entre pasillos, salas de espera e incluso al exterior de hospitales, debido a que alguno de sus seres queridos permanece internado, luchando por su salud.
El 24 de diciembre, diversos grupos de ciudadanos acudieron al exterior del Hospital Metropolitano para repartir alimentos y bebidas a familiares de pacientes hospitalizados, como una muestra de apoyo y solidaridad en una de las noches más significativas del año.
Uno de ellos fue Julián Flores, quien acudió acompañado de su familia, señalaron que cada año visitan distintos hospitales para ofrecer comida y bebida tanto a adultos como a niños.
“Es algo que nosotros llevamos a cabo más que nada como una convicción, como un sentir humano, pues en amor a la sociedad sabemos que esos lugares a veces es necesario ahorrarles un gasto extra que ellos pueden tener, porque no sabemos bajo qué situación estén aquí los familiares de alguno de los enfermos, como familia sabemos que la situación económica también está un poco diferente. En esta ocasión, prepararon pozole, tostaditas y buñuelos, además de refresco y jugo para los niños”, añadió.
San Juana González y su esposo participaron por primera vez en este tipo de acciones, entregando sándwiches, refrescos y café a quienes permanecían en el lugar.
“El estar con las personas, convivir un poquito con ellos, porque en estas fechas sí se necesita bastante el apoyo. Es triste estar en un hospital y mi marido y yo decidimos darle a la gente”, compartió.
También acudieron Victoria González y su novio, quienes repartieron pan y café. Ambos portaron gorros navideños y decoraron su vehículo con luces, lo que llamó la atención de los niños que se encontraban afuera del hospital.
“Venimos a repartir chocolate y pan para toda la gente que está aquí, que no puede estar en sus casas con su familia, y más que nada para compartir un poquito de todo lo que Dios me da a mí”, señaló.
En medio de la incertidumbre y la espera, estos gestos solidarios brindaron no solo alimento, sino también un momento de acompañamiento y esperanza para quienes enfrentan la Navidad lejos de casa, recordando que incluso en los entornos más difíciles, la empatía y la ayuda comunitaria siguen presentes.
nrm
