Las intensas lluvias provocadas por el huracán Priscila dejaron derrumbes y deslaves en varias comunidades del norte de Ixmiquilpan, pero las autoridades locales ya lograron liberar los caminos afectados. Ahora, el trabajo se enfocará en la limpieza definitiva una vez que el terreno y el clima permitan hacerlo sin riesgos de nuevos deslaves.
Desde el inicio de la contingencia, las áreas de Obras Públicas, Seguridad Pública, Protección Civil y Bomberos del municipio pusieron en marcha un operativo de atención inmediata. Durante los recorridos de supervisión identificaron caídas de árboles, deslaves de lodo, daños en la red eléctrica y bloqueos viales.
La carretera estatal Cuesta Colorada sufrió nueve derrumbes, mientras que en la comunidad de La Pechuga se registraron seis más. Para restablecer el acceso, se envió maquinaria pesada a La Palma, en Orizabita, donde familias habían quedado incomunicadas. En El Álamo y Ojuelos, los daños fueron menores y ya son atendidos por personal municipal y comités locales.
El presidente municipal, Emanuel Hernández, instruyó priorizar la apertura de carreteras y caminos principales para garantizar el traslado de medicamentos, alimentos y el acceso de personas que requieren atención médica continua.
“Agradezco profundamente el compromiso de nuestras corporaciones y comunidades. Hemos trabajado con los recursos municipales y con la solidaridad de nuestra gente. No expondremos a la población hasta que las condiciones sean seguras, pero continuaremos hasta restablecer totalmente la conectividad de las comunidades”, expresó el alcalde.
Mientras avanza la recuperación, el Gobierno Municipal invita a la ciudadanía a apoyar mediante la donación de alimentos no perecederos, artículos de limpieza e higiene personal en el centro de acopio del Sistema DIF Ixmiquilpan.
