La imposición de posibles aranceles a la importación de automóviles de origen chino debe ser analizada minuciosamente para evitar un impacto negativo directo en el consumidor, advirtió Michel Sojo, presidente de Coparmex, Zona Metropolitana de León, quien enfatizó que si bien el gravamen podría fomentar la producción interna, el costo final será trasladado a los compradores, generando una posible inflación.
Cabe recordar que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que los autos armados en Asia ya pagaban el 20 por ciento de gravamen, sin embargo, con lo que se busca de un 50 por ciento, se va por un comercio justo.

"Siempre el poner aranceles va a afectar al público, nosotros como consumidores vamos a pagar esos aranceles realmente, pero a su vez fomentamos la producción en México, entonces son las dos caras de la moneda y el análisis se tiene que hacer muy puntual para ver los porcentajes y cuál será el ganar ganar que podrían tener ahí”, dijo.
Michel Sojo enfatizó la necesidad de proteger la industria nacional sin sacrificar la economía del comprador, resaltando que, aunque es necesario buscar mecanismos de defensa contra la competencia desleal, como ocurre en otros sectores como el del calzado, la aplicación de aranceles necesita una justificación sólida.
"Siempre hay que buscar mecanismos de defensa de la competencia desleal como lo vemos en el zapato y es cuestión de meterse mucho más al detalle, el arancel generado nada más por decreto, nunca logra ser bueno, más bien se debe de hacer un análisis puntual para poder tomar las mejores decisiones. Se tiene que ver lo que va a pasar, tenemos producción interna, esos aranceles podrían generar que otras plantas se pusieran en México, pero a su vez generar inflación o que el consumidor pueda tener más caro los productos que podrían ser más baratos”, explicó el presidente de Coparmex, Zona Metropolitana de León.