Francisco Zúñiga Esquivel, reportero de Telediario, dice adiós a los medios de comunicación este miércoles 10 de septiembre tras más de 40 años de carrera periodística.
Él es considerado uno de los “reporteros de la vieja guardia”, pues cuando inició su carrera utilizó la máquina de escribir como herramienta para sus notas.

Sin embargo, se llegó el día de su jubilación, por lo que dejará de informar a través de la pantalla y periódico.
¿Cómo inició la carrera de Francisco Zúñiga Esquivel?
“Paquito” Zúñiga, como es conocido por sus compañeros y amigos, comenzó su carrera periodística en “El Diario de Monterrey” a finales de 1983 o principios de 1984. En ese entonces, Zúñiga contaba con apenas 20 años de edad, adentrándose en un “mundo nuevo”.
En una entrevista, el reportero de Telediario, habló sobre sus inicios.
La redacción de “El Diario de Monterrey”, ahora MILENIO, no era un lugar de lujos. Francisco Zúñiga la describió como un espacio donde la mayoría de los que trabajaban eran “jovencitos que empezábamos y dábamos nuestros primeros pasos en el mundo del periodismo”.
A pesar de esta frescura y juventud, el periódico ya realizaba pruebas incipientes con tecnología: había computadoras que utilizaban el sistema MS-DOS.
Sin embargo, la herramienta fundamental y el “aliado del periodista” en aquella época eran las máquinas de escribir mecánicas, de gran tamaño, modelos Remington y Olympia.
Las limitaciones de recursos eran parte del día a día. Zúñiga recordó vívidamente que, con frecuencia, los reporteros se veían en la necesidad de escribir sobre el papel de los rollos del télex, ya que las máquinas carecían de cintas.
Esto implicaba teclear “en blanco”, dejando la impresión sobre la doble copia que traía ese papel. Este proceso manual subrayó el carácter artesanal del periodismo de ese entonces, donde cada golpe de tecla era un esfuerzo tangible por capturar la noticia.
El ambiente de la redacción era absorbente y estimulante para el joven Francisco. Él confesó que podía pasar “todo el día ahí, disfrutando del ambiente, el olor a tinta, las pláticas de los veteranos”.
Entre estos, destaca a Mario Martínez Oseguera, quien, con 35 años de experiencia cubriendo la fuente policiaca, compartía “un montón de anécdotas” que, sin duda, enriquecían la formación de los novatos.
El proceso de creación de un periódico en esos años era meticuloso y manual. Las notas llegaban, se escribían y luego se entregaban al jefe de redacción para la titulación y la selección de imágenes.
El manejo de las fotografías también era complejo: en 1984, las imágenes llegaban en blanco y negro por télex. Si eran a color, se transmitía cada color primario por separado, un proceso que podía durar más de una hora.
Un error o un desajuste implicaba volver a enviar la imagen o el paquete de color, ya que se requería un negativo que coincidiera para un registro perfecto.
Zúñiga detalló el “proceso artesanal” para el armado de las páginas. Con reglas metálicas, los reporteros sujetaban el papel y cortaban cada nota.
Luego, utilizaban hojas de papel ligeramente más grandes que el tamaño oficio, que servían como “esquemas” donde marcaban la posición de la nota, el encabezado, el texto, las fotografías y los anuncios.
Una vez diseñado el esquema, las notas se introducían en la computadora para revisar la ortografía y otros posibles errores. Finalmente, al texto definitivo se le aplicaba cera, se recortaban las columnas y se acomodaban, antes de que el Departamento de Formación ensamblara todas las piezas en una hoja del tamaño del periódico.
Este rompecabezas físico se enviaba después a Fotomecánica, donde el material se transfería a láminas o placas para su impresión en la prensa.
Este periodo marcó a Francisco Zúñiga como testigo y partícipe de la profunda evolución del periodismo, “desde los formatos, el color y la tecnología”, forjando una carrera que lo ha llevado a través de incontables transformaciones hasta el periodismo contemporáneo.
Así fue el último día de cobertura de Francisco Zúñiga Esquivel
En su último día como reportero de Telediario, Francisco Zúñiga Esquivel cubrió un fuerte incendio en una empresa en el municipio de Escobedo, Nuevo León.
El siniestro provocó una fuerte movilización policiaca y de corporaciones de auxilio, situación que fue relatada en la pantalla por el reconocido periodista.
Erik Cavazos Cavazos, director de Protección Civil de Nuevo León, felicitó a Francisco por su profesionalismo en las coberturas en medios de comunicación.
“Felicidades, Paco, porque sé que te jubilas, sé que fui el último entrevistado y espero que descanses, te lo mereces”.
Sin duda, su último reporte quedará su en su memoria, así como en la de las personas que vieron su trabajo por más de 40 años.
María Julia Lafuente dedica mensaje de despedida a reportero
Durante su despedida en Telediario Mediodía, la licenciada María Julia Lafuente le dedicó unas emotivas palabras de despedida al reportero Francisco Zúñiga.
“El adiós se lo decimos a un amigo que llegó al feliz momento de jubilarse, pero que según esto, jamás dejará de ser un periodista, eso lo va a acompañar siempre, no tengo duda de eso; usted lo conoce, es Francisco Zúñiga Esquivel.
“Un periodista de calle, maestro de la crónica que hacía hablar hasta las piedras y que hoy cumple su último turno como reportero en el Grupo Multimedios. 27 años en esta empresa como reportero, 42 de trayectoria (...) Ha llegado el momento de que disfrute a su familia, al tiempo, y de todo lo que ha logrado a lo largo de varias décadas de carrera”.

La licenciada también recordó sus inicios en el mundo del periodismo, cuando se utilizaban las máquinas de escribir.
“Yo me acuerdo que cuando llegaste aquí, usamos tanto tu como una servidora, las máquinas de escribir y te vas con la Inteligencia Artificial compañero, así de longeva y fructífera ha sido tu carrera. Estamos todos muy orgullosos de ti, muchas felicidades querido amigo, sabemos que vas a disfrutar al máximo a tu familia, esta nueva etapa de tu vida y sinceramente no podríamos estar más felices de verte salir así, con fuerza para disfrutar todo lo que viene”, agregó la licenciada.
Finalmente, Francisco se despidió de lo que fue su casa por muchos años, diciendo “he recibido muchas muestras de cariño”, y agradeciendo a todos por sus palabras.
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