De las peregrinaciones previas al Día de la Virgen de Guadalupe, se desprenden miles de historias y testimonios de fe.
Desde hace varios años, David Pérez participa en las tradicionales peregrinaciones, su fe y compromiso nacieron de una motivación personal, la salud de sus seres queridos.
"Y cuestiones de la vida, mi padre falleció, mi mamá estuvo muy grave y mi hijo también, es por eso que volvimos, pedimos por ellos y nos apoyaron, es por eso que estamos de vuelta con mucha fe y ahora como el viejo de la danza", dijo.
Este martes, junto a decenas de familias, David se congregó en la colonia Independencia, en Monterrey, desde donde emprendieron la caminata rumbo a la Basílica de Guadalupe; en esta ocasión como el "Viejo de la Danza", una figura emblemática dentro de estos recorridos religiosos.
"El viejo de la danza es un personaje central muy importante de la danza tradicional, como es la de los Matachines, él funge como el bien y el mal, en su sabiduría central es el encargado de llevar el orden, tanto de cuidar a los danzantes, cuidar al peregrino simboliza el bien y el mal. La fe de la gente es la que cambia esa dualidad", mencionó.
Con 18 años de trayectoria en el servicio público, David asegura que siempre encuentra el tiempo para participar, ya que para él, la peregrinación es también un recordatorio de la fortaleza y esperanza.
"Yo creo que no se debe perder esta tradición, se debe cultivar más la fe, hay que tener paciencia, le pido a los automovilistas que van circulando que sepan que sólo son cinco o tres minutos lo que les quita cuando pasa la danza y es una bonita tradición, hay que continuarla", enfatizó.
Al igual que muchos fieles creyentes, David espera que las tradiciones continúen, que los jóvenes entiendan el significado y se acerquen a este acto de fe.
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