El crecimiento del comercio electrónico facilita el acceso a una amplia variedad de productos y servicios; sin embargo, también ha incrementado los riesgos de fraude para los consumidores. Ante este panorama, Héctor Iván del Toro Ríos, integrante del Departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, advierte que uno de los errores más frecuentes al comprar por internet es no verificar la seguridad de las plataformas digitales.
El especialista señala que muchas personas realizan compras impulsadas por la emoción de encontrar precios considerablemente más bajos que en establecimientos formales, sin comprobar la legitimidad del sitio.
“Muchas veces entramos a páginas que son fraudulentas o que nos redirigen a otro tipo de contenidos. Vemos productos a menor precio y los compramos sin verificar si el sitio es confiable”, explicó.
Uno de los principales indicadores de riesgo, advierte, es la dirección electrónica de las páginas. Pequeñas variaciones en el dominio pueden corresponder a sitios falsos diseñados para engañar al consumidor.
“Hay tiendas que se llaman, por ejemplo, tiendadelaesquina.com.mx y de repente aparece www.tiendadelaesquina.mx.com.mx. Ese tipo de cambios, que parecen insignificantes, deberían encender una alerta para identificar si se trata de una página real o fraudulenta”, señaló.
Otra recomendación fundamental es priorizar las compras en comercios formales que cuenten con respaldo legal, tiendas físicas y plataformas digitales oficiales. Esto permite al consumidor acceder a garantías, políticas de devolución y mecanismos de atención en caso de que el pro ducto llegue dañado o no corresponda a lo adquirido.
“Hay tiendas departamentales que tienen venta en línea y también sucursales físicas, y esos son los lugares donde deberíamos comprar para evitar problemáticas de fraude”, enfatizó.
Asimismo, el académico subraya la importancia de conservar comprobantes de adquisición, empaques, garantías y accesorios. En muchos casos, explica, las empresas no pueden responder a reclamaciones si el consumidor no cuenta con estos elementos.
“Compramos las cosas, tiramos las cajas y cuando queremos hacer válida una garantía, eso es lo primero que nos solicitan”, apuntó.
MC
