Comunidades rurales del estado han dejado de celebrar fiestas patronales debido a amenazas del crimen organizado, reveló el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, quien calificó la situación como preocupante y de urgente atención por parte de las autoridades.
El prelado explicó que durante recientes visitas pastorales ha constatado que en algunas localidades las festividades han sido canceladas o condicionadas por la presencia de grupos delictivos, lo que ha generado temor entre los habitantes.
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"Yo en estos días pasados he estado visitando comunidades y en algunas ya no se han estado celebrando fiestas porque están condicionadas por los grupos. Yo creo que las autoridades lo saben y uno se queda cuestionándose si ya quedamos a merced y en manos de estos grupos. No se puede hacer nada, nuestras fiestas se han suprimido muchas por eso”, expresó.
Detalló que, en el caso de la Diócesis de Irapuato, se ha optado por mantener únicamente la celebración eucarística, suprimiendo los eventos sociales que tradicionalmente acompañan las fiestas patronales. Sin embargo, reconoció que incluso estas expresiones religiosas se han visto afectadas por la inseguridad.
“Hacemos la fiesta religiosa, pero la fiesta social, que también tiene mucho sentido de convivencia —porque muchos de las comunidades vienen de Estados Unidos y es cuando más celebran—, este año la han suprimido. Es urgente que nos proporcionen seguridad”, agregó el obispo.
Díaz Díaz recordó que Irapuato vivió uno de sus episodios más violentos en junio de 2025, cuando durante las fiestas del Día de San Juan, un grupo armado irrumpió en una celebración y asesinó a 11 personas, además de dejar 20 lesionados, entre ellos un niño de dos años de edad. Este hecho, señaló, marcó profundamente a las comunidades y reforzó el clima de miedo que hoy limita sus tradiciones.
