Una mala poda y sembrar una especie errónea en un espacio no adecuado, además de no brindar los cuidados necesarios, provocan la caída de un árbol o palmera, lo que en ocasiones ha causado la muerte de personas.
De acuerdo con la Secretaría de Servicios Públicos del ayuntamiento de Puebla, en la capital poblana, de enero a la fecha, han retirado más de 92 ejemplares que se cayeron por las fuertes lluvias.

Uno de los casos se vivió el 31 de agosto de 2022, cuando un árbol colapsó en la calle peatonal 5 de Mayo, entre la calle 2 Oriente, esto sobre una caseta de venta de periódicos y revistas; hecho que arrebató la vida a un menor de edad, quien se encontraba al interior de la misma con su mamá.
Asimismo, en julio de 2009, una menor de 6 años se encontraba de paseo con su familia en el Zócalo. Mientras estaban sentados, un viejo roble de 20 metros de altura y tres toneladas se vino sobre ellos, como resultado la niña perdió la vida; dos menores más y tres adultos fueron lesionados.

En entrevista con Multimedios Puebla, el secretario de Medio Ambiente, Iván Herrera Villagómez refirió que al llegar a la administración encontraron más de 15 mil dictámenes, de los cuales 12 mil corresponden para poda y tres mil para derribo.
El secretario señaló, que con estos datos se trabaja en el tratamiento fitosanitario para que se intervengan, “en ocasiones la gente reporta que se está derribando parte de un árbol, pero eso es parte del proceso fitosanitario, y esto se hace de manera correcta, porque contamos con un equipo de biólogos especialistas en la ciudad y están revisando todo el tema arbóreo en diferentes puntos de la ciudad para evitar hechos que lamentar”.
El funcionario municipal puntualizó que, en los grandes parques, camellones y distintos puntos de la capital como es el Centro Histórico, encontraron que los ejemplares tienen plaga, y otros ya requieren de un derribo por no tener sus raíces fuertes.
Además, comentó que han dado prioridad a los árboles y palmeras que están en camellones principales, así como los grandes parques para evitar desgracias, como en años anteriores.

En su turno, Paola López Sandoval, bióloga y jefa del departamento de áreas protegidas y valor ambiental de la dependencia antes mencionada, explicó que los árboles son individuos complejos que tienen alturas grandes; por ello, necesitan atención y cuidados específicos.
Agregó que en la ciudad los ejemplares están sometidos a estrés, sobre todo a los altos niveles de contaminación, gases y daños que hace la gente en ellos.
Por esta razón, resaltó que un arbolado urbano, requiere de una buena gestión. Esto representa que las personas que deciden plantar un árbol otorguen condiciones específicas como: espacio correcto donde tiene que crecer con sus raíces, además de lo más fundamental, una poda adecuada.

Indicó que cuando el individuo arbóreo es de tamaño pequeño, se tiene que realizar podas formativas, con el objetivo de controlar su tamaño, y cuando ya son más altos, se analiza su situación para determinar qué proceso realizar.
“Actualmente, estamos en época del año de lluvias y fuertes vientos, implica que, si un ejemplar está en una situación estresante, no tiene suficiente espacio, y sus raíces están comprimidas, esto va a generar que no tenga un buen anclaje para detenerse, y con un fuerte viento y reblandecimiento del suelo, puede venir la caída”, detalló.
Para concluir, los ciudadanos pueden ubicar los ejemplares que representan un riesgo, debido a que se ha señalado que se necesita una poda o un derribo, a través de una marca en su tronco.

CHM