El municipio de Altamira, Tamaulipas, al noreste de México, se caracteriza por su gente trabajadora, que ha posicionado a la entidad como un fuerte potencial en la producción de cárnicos, frutas y legumbres. Sin embargo, pocos saben que también ha tomado cada vez más fuerza en la apicultura.
La familia Martínez Gámez depende al 100 por ciento de la producción de miel, en sus diferentes presentaciones, que van desde los frascos con todo y penca natural, hasta mezclas con ingredientes medicinales como propóleo, eucalipto, gordolobo, polen y hasta chamoy.
Todo esto llevó a la creación del negocio MG Miel, con el cual han logrado subsistir mediante trabajo duro y disciplina, resaltando el poder de la naturaleza y el cuidado de las abejas, fundamentales para el equilibrio ambiental.
El origen: un adolescente y las abejas
Todo comenzó hace 12 años, cuando Porfirio Manuel Martínez Gámez, de apenas 14 años, trabajaba en una carpintería del ejido Benito Juárez. Ahí aprendió a fabricar sillas, mesas, roperos y toda clase de muebles; era algo que le gustaba y apasionaba.
Pero también sentía un profundo amor por la naturaleza. Le maravillaba la función de las abejas, su comportamiento grupal y la creación de la miel. Por eso comenzó a investigar todo sobre ellas, sin imaginar que ese interés se convertiría en la principal fuente de ingresos de su familia.
Con el tiempo, se preparó para conformar su primer enjambre y aprovechó su conocimiento en carpintería para construir cajas con cera, diseñadas para atraer a las abejas reinas y, con ellas, a miles de seguidoras.
“Empezamos en la apicultura porque queríamos generar nuevos recursos para la familia, algo que nos gusta. Aquí en la zona es muy bonito, pero muy desconocido para muchos. Ahora elaboramos jabones, velas de cera, miel en penca, con chamoy, con propóleo, eucalipto, gordolobo y polen”.
Comenzaron con solo tres colmenas que producían 10 litros. Con los años aumentaron sus apiarios, consiguiendo terrenos prestados a campesinos o vecinos, con la esperanza de algún día poder adquirirlos.
Hoy realizan dos cosechas al año, en abril y octubre, con rendimientos de hasta 200 litros o más. Su punto de venta está en el ejido Benito Juárez, kilómetro 38 de la carretera Tampico–Mante, donde ofrecen sus productos a automovilistas y transportistas.
Producción artesanal y natural
Para producir la miel, construyen y colocan cajas con espacios donde las abejas depositan el néctar. Una vez llenas, trasladan las pencas al cuarto de extracción, donde se colocan en un tanque centrífugo para separar la miel, que luego se cuela cuidadosamente.
Después se mezcla con ingredientes medicinales, se envasa y se distribuye para la venta. Todo el proceso se realiza con estricto cuidado e higiene, al tratarse de un alimento destinado al consumo humano.
La aceptación ha sido tan buena que los clientes se detienen junto a su puesto en la carretera para comprar los productos de MG Miel.
La familia detrás del dulce trabajo
Actualmente, la familia Martínez Gámez se dedica por completo a la producción de miel en el ejido Benito Juárez. Cada integrante tiene funciones específicas para garantizar un proceso ordenado y eficiente:
- Porfirio Martínez: encargado del apiario y la venta.
- Ana Martínez: producción de miel con chilito y flor de jamaica, y venta.
- Anacleta Gámez: apiario, venta y elaboración de jabones artesanales.
- Azucena Martínez e Ismael Ramírez: elaboración de velas decorativas y recuerditos.
¿Cómo nacen nuevas colmenas?
En la colmena se desarrollan huevecillos de reina. Cuando nacen, las nuevas reinas toman un grupo de abejas y buscan otro hogar, ya que no puede haber más de una por enjambre.
Las obreras eligen a su nueva reina, alimentando a las mejores larvas con jalea real durante 16 días. Así, las nuevas colonias viajan hasta encontrar un sitio adecuado para comenzar a producir miel.
La familia incluso colocó una trampa de madera en el techo de su casa, y en la última semana de octubre ya habían llegado nuevos enjambres.
Ahorro de tiempo y recursos
Al formar una colmena, las abejas utilizan cerca de ocho litros de miel por cada kilo de cera para construir sus panales. Para optimizar ese esfuerzo, Porfirio manda fabricar láminas de cera que coloca dentro de las cajas.
De este modo, las abejas pueden concentrarse en la producción de miel, ahorrando hasta un 40% del tiempo y aumentando el rendimiento general.
Amenazas naturales y humanas
Las principales amenazas para las abejas en esta región son los sapos, que se colocan cerca de los apiarios para devorarlas, y los insecticidas utilizados por humanos, que provocan intoxicaciones.
Para protegerlas, la familia eleva las cajas sobre estructuras de varilla, evitando que los sapos lleguen hasta ellas. También realizan visitas periódicas para revisar daños, reacomodar las colmenas y protegerlas de la lluvia con lonas o techumbres.
Miel tamaulipeca: calidad que trasciende fronteras
Tamaulipas produce miel de alta calidad, reconocida por su sabor y pureza, que abastece tanto el mercado local como el nacional e internacional.
En 2021, se registraron 591 productores con trazabilidad oficial, manejando más de 17 mil 600 colmenas en distritos como Abasolo, González, Jaumave, Mante y Victoria. Estas colmenas generaron un promedio de 600 toneladas de miel al año, con un rendimiento de 30 kilos por colmena.
En 2010, había solo 350 productores y 22 mil colmenas, con una producción de 716 toneladas, lo que refleja un crecimiento sostenido pese a los desafíos climáticos.
Riqueza floral y tipos de miel
La diversidad vegetal del estado es clave para la apicultura. Tamaulipas cuenta con más de 200 especies melíferas en 20 tipos de vegetación, desde matorrales espinosos hasta selvas y agroecosistemas.
Las familias botánicas Fabaceae (como el mezquite) y Asteraceae son las principales fuentes de néctar y polen.
Tipos de miel más comunes:
- De azahar: proveniente de flores de cítricos, con sabor floral y ligero.
- De mezquite: robusta y aromática, ideal para exportación.
- Multifloral: mezcla de flores silvestres, versátil para el mercado local.
Retos y futuro de la apicultura tamaulipeca
Aunque prometedora, la apicultura en Tamaulipas enfrenta retos como el uso excesivo de plaguicidas, el cambio climático, y la competencia con la ganadería en zonas del norte y centro.
Sin embargo, las oportunidades están en la diversificación hacia mieles monoflorales y orgánicas, que alcanzan precios más altos en mercados europeos, así como en la expansión de los servicios de polinización para cultivos como los cítricos.