De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a edades más avanzadas, la salud mental viene determinada no solo por el entorno físico y social, sino también por los efectos acumulativos de las experiencias de vida anteriores y los factores estresantes específicos relacionados con el envejecimiento.
La exposición a la adversidad, la pérdida significativa de la capacidad intrínseca y una disminución de la funcionalidad pueden provocar angustia psicológica.
Y, destaca la OMS, la depresión y ansiedad son las afecciones más comunes en los adultos mayores.
"Aproximadamente el 14% de los adultos de 60 años o más viven con un trastorno mental, de acuerdo con las estimaciones mundiales de salud (GHE) 2019, estas afecciones representan el 10,6% de la discapacidad total entre los adultos mayores".
"Las afecciones de salud mental más frecuentes en los adultos mayores son la depresión y la ansiedad;, a nivel mundial, alrededor de una cuarta parte de las muertes por suicidio (27.2%) se producen en personas de 60 años o más",
Dado su edad, este grupo de la población, indicó la autoridad, tiene más probabilidad de ser víctima de discriminación.
Lo que tiene un impacto directo en la salud mental de estas personas.
"Los adultos mayores tienen más probabilidades de experimentar eventos adversos como el duelo, una reducción de los ingresos o un menor sentido de propósito con la jubilación".
"A pesar de sus muchas contribuciones a la sociedad, muchos adultos mayores son objeto de discriminación por motivos de edad (o edadismo), lo que puede afectar gravemente a su salud mental", manifestó la OMS.
De igual forma, la OMS resaltó que el aislamiento social y la soledad aquejan a cerca de una cuarta parte de las personas mayores.
En tanto que, refirió, uno de cada seis adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por sus propios cuidadores.
Asimismo, detalló, muchas personas mayores son cuidadoras de cónyuges con afecciones crónicas, como la demencia y las responsabilidades de estos cuidados pueden afectar a la salud mental del cuidador.
"Algunos adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, debido a las pésimas condiciones de vida, la mala salud física o la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad".
"Esto incluye a los adultos mayores que viven en entornos humanitarios y a los que padecen enfermedades crónicas (como cardiopatías, cáncer o ictus), afecciones neurológicas (como demencia) o problemas de abuso de sustancias", preciso el organismo internacional.
nrm