A finales del 2014, la idea de Mauricio Fernández Garza, entonces ex alcalde de San Pedro Garza García, de convertir su casa, La Milarca, en un museo fue rechazada por los vecinos, que lograron detener el proyecto.
El argumento fue que “rompía con todas las reglas del desarrollo urbano”, y echaba por la borda el espíritu de los reglamentos, según afirmó el 4 de noviembre de ese año, Gilberto Marcos Handal, presidente de la Federación de Colonias Metropolitanas (Fedeco).
Tres años después, ya como alcalde, el 30 de noviembre de 2017, al inaugurar la primera etapa de rehabilitación del parque Rufino Tamayo, Fernández Garza volvió a la carga: anunció la intención de hacer una réplica de La Milarca.
Ahí mismo, adelantó que había donado su colección de arte a sus hijos y serían ellos quienes decidirían qué hacer con ella.
Y el 12 de diciembre de 2017 el Cabildo de San Pedro aprobó, tras la solicitud presentada por Antón Mauricio Fernández Zambrano, hijo del alcalde, a nombre de sus hermanos, la construcción de un museo en el Rufino Tamayo.
La inversión calculada sería de 100 millones de pesos, los cuales serían cubiertos a partes iguales por el municipio y por Fernández Garza.
Para finales de ese año, el proyecto incluía la construcción de cuatro edificios y el presupuesto para la edificación llegó a 130 millones de pesos.
Luego, el 6 de marzo de 2018 el proyecto de “los museos de Mauricio” siguió en ascenso, al aprobársele 70 millones de pesos para la construcción de dos museos más: de Paleontología y de Arte Popular, en Fuentes del Valle.
En esa fecha, Mauricio indicó que serían 250 millones de pesos el total de recursos municipales que se invertirían en ellos, además de los 50 millones de pesos que pondría él, y que al inicio significaban el 50 por ciento de los gastos... pero que ahora solo son una sexta parte del proyecto y sin ninguna oposición del Cabildo.
Posteriormente, en el mes de julio, y tras un acuerdo con el alcalde electo, Miguel Treviño, se decidió que la construcción del Museo Cretácico de Vallecillo y el Museo de Arte Popular se realizara en la colonia La Leona.
A pesar de las críticas, protestas y demandas ante la autoridad judicial, en septiembre de este año, Mauricio Fernández Garza anunció la construcción de un museo más, El Gabinete, tercero dentro del área del parque Rufino Tamayo, con un presupuesto de 7 millones de pesos.
Para su último mes de gobierno, Fernández Garza se volvió el centro de la noticia, luego que el Tribunal de Justicia Administrativa Estatal aceptó la demanda de los vecinos y requirió al municipio la documentación y permisos para llevar a cabo la construcción de los museos en el Rufino Tamayo, dentro de un juicio de nulidad.
Derivado de ello, surgió una polémica más: que el municipio tendría que pagar más de 700 millones de pesos a la familia del alcalde como penalización por incumplimiento de contrato, en caso de frenar la construcción.
También se aprobó deslindar al municipio de todo lo referente al tema, para que sea el Patronato de los Museos de San Pedro, bajo la dirección de la pareja sentimental del alcalde, Aleyda Ortega Peza, la responsable de las operaciones.
Detrás de todas las autorizaciones está el sospechoso respaldo del Cabildo para un alcalde acostumbrado a cumplir todos sus gustos y lo mejor para él es que, su último capricho personal en el poder, lo financiará con el dinero de los impuestos de los sampetrinos.
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