El viejo dicho regiomontano “Cuando las nubes cubren las cimas del Cerro de la Silla, la lluvia viene sobre la ciudad” pasó desapercibido para sus habitantes en agosto de 1909.
Recordada por la magnitud de daños y el alto número de pérdidas humanas, las lluvias del 27 y 28 de agosto del citado año continúan vigentes en la memoria de Monterrey por la bravura que puede tomar el río Santa Catarina.
Es posible conocer los estragos del desastre gracias a los periodistas Oswaldo Sánchez y Alfonso Zaragoza; ambos publicaron en El Espectador sus relatos, los cuales aparecieron después en el libro La inundación en Monterrey 27 y 28 de agosto de 1909, que ha tenido reediciones por el Archivo General del Estado (Agenl) y Editorial Universitaria.
La inundación por poco y desaparece al barrio San Luisito, hoy colonia Independencia, dejando un saldo de 3 mil 500 muertos y daños materiales por 14 millones de pesos.
El río bramaba
Los relatos de Sánchez y Zaragoza son puntuales. Comienzan su narración indicando que las “primeras gotas” llegaron a las 13:00 del viernes 27 de agosto.
Aluden que en el “sentir” de los regiomontanos se vivía un orgullo por el reciente desarrollo industrial en la ciudad.
Monterrey había sido sacudido por otra inundación, gracias a las lluvias del 10 de agosto previo. La ciudad había sobrevivido a la crecida del río, salvo “las construcciones humildes de madera y tablas”.
La tarde del viernes 27 de agosto, algunos pobladores que vivían en las márgenes del río Santa Catarina empezaron a desalojar y subieron a lo alto de la Loma Larga.
“Muchas familias, de las que vivían en la margen derecha del río, se retiraron hacia el lomerío que demora al sur de la ciudad”, se relata en el libro.
Por la noche y madrugada se vivió lo peor. Se estima que en la ciudad cayeron poco más de 280 pies cúbicos de agua, algo así como 790 milímetros.
Apoyos
El Periódico Oficial de Nuevo León dio a conocer los balances oficiales de la tragedia en sus ediciones del 7, 18 y 24 de septiembre de 1909.
A través de la Presidencia de México, se entregaron 50 mil pesos, los cuales fueron dados a conocer mediante un texto firmado por Ramón Corral, entonces vicepresidente del país.
Nuevo León aportó 40 mil pesos para atender las necesidades de lugares afectados como Linares, Montemorelos, Galeana, Aramberri, La Ascensión, Rayones, Zaragoza, Los Aldamas, Doctor Coss, Bravo y Santa Catarina.
La ayuda fue repartida hasta el 30 de agosto, cuando se restablecieron las comunicaciones.
27 de Agosto
13:00 Primeras gotas de lluvia.
14:00 "El río era vadeable aún para carruajes, bien
que la corriente fue ya violenta a esas horas (sic)".
20:00 "A esa hora era ya imposible cruzar el puente San Luisito que, azotado rudamente por el tubión, temblaba y crujía siniestramente".
21:00 "A esta hora comienzan a desplomarse las casas, incapaces de resistir más tiempo el golpe brutal y mil veces formidables de aquel ariete invencible".
28 de Agosto
-Amanecer: Operación de salvamento a refugiados Casa Verde donde se refugiaban cerca de 200 personas. A las 11:00 la casa se venció, muriendo todas las personas.
-Casa familia Chaveznava: otra casona de fuertes cimientos fue vencida por la corriente muriendo 400 personas.
30 de Agosto
-Se restablece la comunicación con el barrio San Luisito, iniciando el reparto de provisiones.
-Tendajo "La Balanza", de Casimiro Guajardo, distribuyó víveres como maíz, frijol y piloncillo.
-Plaza del Colegio Civil. Inicia el reparto de víveres entre la población afectada.