La regidora del Ayuntamiento de León, Karol Jared González, quien propuso una iniciativa para controlar el uso de bolsas de plástico y dar opción a unas más amigables con el ambiente, comentó que están trabajando en las investigaciones y pretenden que esto sea un hecho en este 2020.
Tras la aprobación de la Ley de Residuos Sólidos que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico desechables en 17 estados de la República Mexicana.
Guanajuato está dentro de los cinco estados que, aunque aún no ha sido aprobada dicha ley, contemplan la disminución del uso de las bolsas de plástico mediante iniciativas en la Cámara de Diputados.
No obstante, San Miguel de Allende es el único municipio de Guanajuato en donde se prohíben, emitiendo multas por su incumplimiento, las cuales van de 50 a mil UMAs, es decir, entre 5 mil y 85 mil pesos.
En el caso de León, la regidora González había presentado una iniciativa en el mes de marzo del 2018 en donde proponían la opción de una bolsa de plástico más amigable con el medio ambiente, proceso que espera no pase de este año, pero todo dependerá de las investigaciones.
Expresó que no puede asegurar una fecha, pero pretenden que entre en vigor en este 2020, aunque dijo que los estudios toman tiempo.
“Estamos pensando que sea en este año precisamente, estamos trabajando para que sea una realidad y que pueda verse ya en este año”.
Comentó que siguen trabajando con académicos, para analizar qué es lo más viable para el medio ambiente, y afirmó que no está de acuerdo con una prohibición radical, sino que propone dar una alternativa de una bolsa de plástico biodegradable.
“Ahorita estamos también en la cuestión de la comparativa tanto de reglamentación, como de todo lo que pueda haber en otros países, y de manera a nivel nacional, el cómo se ha venido dando, también de manera académica, científica, el qué días o alternativas podemos generar, para eso claro que se lleva tiempo”, expresó González.
Aseguró que, aunque el cuidado del medio ambiente es primordial, la prohibición radical de este producto traería consecuencias a la actividad económica, y expresó que se puede ir implementando de manera paulatina sin tener que ir a los extremos.
“Claro que trae problemas muy fuertes, porque debemos siempre cuidar el medio ambiente como primer punto, pero también debemos ver la actividad económica, en el sentido de que nunca esté por encima del medio ambiente, pero también es como de manera paulatina podemos ir beneficiando a nuestro medio sin radicalizar".
“La prohibición debe ser paso a paso, pero bien dado, no podemos llegar a una prohibición, pero sin saber cómo es una respuesta”, dijo González.