De 2008 a 2018, el consumo de alcohol y tabaco en menores de edad creció, mientras el uso de mariguana aumentó 19.7 por ciento en el mismo periodo, precisó Carmen Fernández Casares, directora general de los Centros de Integración Juvenil del Estado de México.
Prácticamente 90 por ciento de los pacientes que atendemos en la entidad consumen alcohol con mariguana, a esto se suma la ingesta de metanfetaminas”, precisó durante la ceremonia de la primera generación de graduados del programa Repensemos Mexiquenses “Date un chance.
Sobre esta última substancia, comentó que en la misma década aumentó 11.2 por ciento su consumo en menores de edad, asimismo acotó que disminuyó la edad de inicio, ya que 50 por ciento de los jóvenes comenzaron el consumo de drogas antes de cumplir la mayoría de edad.
Respecto a los inhalables, alucinógenos y otros estupefacientes como el crack, sostuvo que la entidad mexiquense supera la media nacional en lo que se refiere a su ingesta y advirtió que hay una tendencia ascendente en las cifras.
La directora agregó que los menores de quinto y sexto de primaria no deberían querer consumir drogas, pero lo cierto es que 1 por ciento de los infantes en estos ciclos escolares probaron algún producto de procedencia ilegal.
Respecto al consumo de alcohol, Carmen Fernández comentó que en secundaria 50 por ciento declaró haberlo tomado y que 14 por ciento de la plantilla estudiantil se relaciona con las drogas.
Por otra parte, en lo que a bachillerato respecta, 32.1 por ciento de los jóvenes han probado algún compuesto ilegal. Es la tercera parte de los que están estudiando preparatoria, mientras que ocho de cada 10 estudiantes tienen una preferencia por el alcohol.
En la población mexicana existe una cultura permisiva ante las bebidas embriagantes, ahora extendimos esa conducta hacia otras drogas, entonces nos lleva a hacer programas más enfáticos en materia preventiva, más asertivos en labores curativas. Los casos son cada vez más difíciles, detalló.
El programa de reducción de daño los lleva a alertar a los padres y jóvenes a no combinar drogas con alcohol, ya que aumentan los casos de psicosis y accidentes, los cuales catalogó como conductas de riesgo.
Agregó que las prácticas sexuales peligrosas y el embarazo adolescente también son parte de la problemática, además de fiestas que duran más de 24 horas. El cuerpo tiene que dormir y además con mezcla de drogas tiene problemas difíciles, se pasa e efecto y vienen depresiones fuertes y casos de suicidio en el país.
Respecto a los graduados del programa Date un chance, estos fueron 25 y cursaron por modelos de atención integral que más allá de criminalizar al adolescente en conflicto con la ley, le ayudaron a rehabilitarse a través de procesos terapéuticos y educativos.
MMCF