En Puebla, más de 75 por ciento de los seminaristas desertan al llegar a los últimos años de sus estudios al descubrir que su vocación no es el sacerdocio. Cada año, alrededor de 40 jóvenes se inscriben para convertirse en religiosos; sin embargo, se ordenan en promedio 10 sacerdotes.
El rector del Seminario Palafoxiano, Marco Antonio González Bañuelos, comentó que uno de los momentos más complicados se presenta después de que los sacerdotes viven la experiencia de un año en alguna parroquia.
“Son factores muy diversos. Desde generaciones anteriores, se presenta este fenómeno. Mirando ya muy cercano el compromiso de ser sacerdotes, se dan cuenta que no es lo que quieren para toda su vida. De manera inicial hay, digamos un enamoramiento, donde van conociendo, a través de las primeras etapas, la vida del seminario. Luego analizan su futuro en el sacerdocio. Luego de tener una experiencia en alguna parroquia de la vida pastoral, se dan cuenta que el sacerdocio exige mucho de lo que se puede dar y que es irreversible”, comentó.
Resaltó que la deserción es similar en diferentes seminarios del país y resaltó la importancia de que quien decide ser sacerdote esté totalmente convencido a dejar todo para servir a la religión católica y a los fieles.
“Algunos, a partir de ese año, por la experiencia de estar en la parroquia, miden fuerzas y deciden no continuar. Yo creo que es normal. Cuando yo era seminarista, hace 20 años, pasaba lo mismo, ingresaban 40 y se ordenaban algunos”, explicó.
Durante la presentación de la Feria Guadalupana que se realizará del 8 al 12 de diciembre en los campos del Seminario Palafoxiano, González Bañuelos resaltó que, si se aprecia que un seminarista no está comprometido, se le invita a que no continúe con la formación.
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