La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Nuevo León reveló que en la entidad, a raíz de la pandemia por el covid-19, cerraron alrededor de 5 mil establecimientos de este giro.
En rueda de prensa virtual en conjunto con diputados locales del PAN, Jorge Moeller, presidente de la Canirac declaró que se trata de un calvario y no nada más para cerrarlos establecimientos, ya que además se requiere de vender las herramientas, y que además arrojó una pérdida de unos 50 mil empleos formales y más de 30 mil informales.
“Ahorita estamos teniendo la experiencia de que cerca de 5 mil restaurantes han quebrado en el estado de Nuevo León y también es un calvario cerrarlos, no se diga vender el equipo que tenías y etcétera.
“En sí (hay que hacer) lo que podamos hacer para que los restaurantes puedan tener más público y que la gente pida más a domicilio, que las cocinas no se apaguen, es una iniciativa que va 100 por ciento enfocada a que las cocinas sigan prendidas, no todo son malas noticias; se están abriendo muchos restaurantes chiquitos, restaurantes que tenían 40 mesas o 50 mesas”, declaró.
Señaló, junto con los legisladores panistas, que la industria restaurantera ha sido una de las más castigadas por la pandemia, pues según cifras oficiales, en la entidad operaban hasta antes del covid-19, cerca de 21 mil restaurantes y el 24 por ciento cerró hasta el mes de Julio, y el 40 por ciento desaparecerían si no se modificaban los horarios de trabajo.
Esto último, apenas hace unas semanas ya fue modificado y se les permite operar, aunque en horarios reducidos, pero los siete días de la semana.
Según la Canirac, en promedio en Nuevo León han cerrado 33 restaurantes diarios, esto derivado del freno de operaciones y la caída en sus ventas, ya que además de no haber ingresos, sí tienen gasto como pago de salarios de su personal y pago de servicios, entre otros.
Sin embargo, Moeller dijo que no todo ha sido malo, ya que reabrieron unos 500 establecimientos.
Piden apoyo para restaurantes
Como una manera de apoyar en su recuperación al ramo restaurantero, sector industrial de los más afectados con la crisis del covid-19, la dirigencia estatal del PAN y su grupo legislativo en el Congreso local exhortaron al Congreso de la Unión para que establezca una deducción de un 50 por ciento el Impuesto Sobre la Renta (ISR) a este tipo de establecimientos.
“Primeramente es reformar la Ley de Fomento al Turismo del Estado para crear un programa de impulso al sector gastronómico que incluye un consejo encabezado por la Cámara de Restauranteros, por la Canirac, para que ese consejo sea el responsable de proponer incentivos fiscales y apoyos al sector restaurantero dependiendo del presupuesto disponible, los ingresos estimados y los propios estudios económicos que la Canirac ya tiene. En segundo establecer como obligatorio un programa de ventanilla única”, dijo Susarrey.
“Otro punto muy importante es el tema de exhortar al Congreso de la Unión para que cumpla con el Tmec porque en el nuevo tratado se establece que tiene que haber una deducibilidad del 50 por ciento obligatoria para los restaurantes y hoy no se está cumpliendo con ese porcentaje de deducción”, expresó.