Comunidad

Concentra NL a 6 mil 397 reos en 2 penales

Solo funcionan Apodaca y Cadereyta. Los últimos traslados se efectuaron ayer, como parte de la ceremonia de clausura, encabezada por el gobernador.

Aunque el penal del Topo Chico cerró sus puertas ayer, luego de 76 años de operaciones, los otros dos centros penitenciarios con los que cuenta Nuevo León todavía tienen una importante tarea que realizar, pues en Apodaca y Cadereyta se alberga a 6 mil 397 reclusos. 

Contando los últimos traslados de reos que se realizaron ayer, el penal de Apodaca II es el más libre, pues quedó con una ocupación del 7.87 por ciento y 92.13 por ciento de espacio disponible, de acuerdo con cifras oficiales.

Datos de Eduardo Guerrero, asesor especial de Nuevo León en temas penitenciarios, refieren que Apodaca II cuenta con una capacidad para albergar a 4 mil 900 internos aproximadamente, aunque la intención es que tenga una ocupación máxima de 3 mil 950 reos.

En este sentido, hasta este 30 de septiembre que cerró sus puertas el penal del Topo Chico, se trasladó en total a 386 internos al penal de Apodaca II, el 7.87 de su capacidad.

En tanto, al reclusorio de Apodaca I se trasladaron 2 mil 157 reos; y la cifra final de ocupación quedó en 4 mil 51 internos, en total, contando los que ya había.

Por otra parte el penal de Cadereyta quedó con una ocupación de mil 960 reos.

Este fin de semana, el alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal, advirtió que con el envío de reos del penal del Topo Chico al de Apodaca podrían trasladarse también los vicios, el hacinamiento y autogobierno, por lo que pidió a las autoridades aclarar el número de custodios y medidas que tomarán para evitar esta situación.

El gobierno estatal informó que 260 elementos operativos de seguridad y 140 administrativos que laboraban en el Topo Chico ahora estarán en Apodaca. 

El adiós

El gobierno del Estado puso fin a 76 años de historia llena de masacres, motines y riñas tras cerrar de manera definitiva el penal del Topo Chico y trasladar a los últimos reos al penal de Apodaca.

El gobernador Jaime Rodríguez encabezó la ceremonia de clausura en la cancha de futbol del reclusorio. Al evento asistieron mandos militares, de la Fiscalía General, del Congreso local, del Tribunal Superior de Justicia, así como funcionarios estatales.

Eduardo Guerrero Durán, asesor en Políticas Penitenciarias del Estado, recordó que el incidente más grave en el Topo Chico fue la muerte de 49 internos en febrero del 2016, debido a una disputa de grupos antagónicos del crimen organizado en busca del control.

Señaló que de este penal se movieron a 846 Personas Privadas de su Libertad (PPL) a otros estados, lo cual les permitió desarticular las bandas del crimen organizado.

Asimismo, también se movilizaron a cuatro mil 898 personas privadas de su libertad de un penal a otro. De noviembre del 2018 al cierre del penal, apuntó, se realizaron 632 intervenciones para decomisar poco más de tres mil 300 objetos no permitidos al interior de los reclusorios de Nuevo León.

Nueva misión

El edificio que albergó el penal por 76 años abrirá nuevamente sus puertas, pero ahora como un museo, en el que se instalará el Archivo General del Estado, un parque y contará con recorridos guiados.  

En la memoria

El gobierno del estado reconoció que a partir del año 2000, el penal del Topo Chico se convirtió en una bomba de tiempo por la sobrepoblación, marcando así un autogobierno. 


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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