El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que los restos localizados en octubre pasado en el municipio de Acatzingo, en Puebla, corresponden a un gliptodonte, una especie de armadillo del tamaño de un vehículo compacto que habitó las planicies mexicanas en el Pleistoceno tardío, también conocido como 'Edad de Hielo'.
Tal como señaló MILENIO en su momento, el hallazgo lo hizo un vecino identificado como César Juárez Salas, quien trabajaba con maquinaria en un camino de terracería conocido como 'Paso La Mora', en la comunidad de San Sebastián Villanueva, a unos 60 kilómetros de Puebla capital.
Personal del INAH realizó trabajos en sitio para rescatar y trasladar las piezas a la capital, donde Iván Alarcón Durán, titular de Paleontología del Centro INAH Puebla, se encargará del proceso de limpieza y estabilización que permitirá su manejo adecuado para análisis, toma de medidas y fotografías, a partir de 2026.
“Mientras están inmersos en el sedimento, los restos permanecen estables en el tiempo, pero una vez que se descubren comienza un proceso de deterioro rápido, por lo que se deben estabilizar para asegurar su conservación”, explicó el biólogo a través de un comunicado del INAH.
Aunque los trabajos llevarán su tiempo, el Instituto no descartó que los fósiles regresen a su lugar de origen para que sean albergados en un museo de sitio, el cual sería construido por el Ayuntamiento de Acatzingo y manejado por la comunidad.
Descripción de los restos
De acuerdo con el INAH, los restos de gliptodonte ubicados en San Sebastián Villanueva son los segundos de su tipo en el estado de Puebla, pues hay unos similares a 15 kilómetros de distancia, en la localidad de Santiago Tenango, del municipio de General Felipe Ángeles.
#ÚLTIMAHORA ???? El INAH resguarda fósiles de megafauna del Pleistoceno tardío hallados en Acatzingo, Puebla
— INAH (@INAHmx) December 15, 2025
• Son restos de un gliptodonte, así como de los que, probablemente, pertenezcan a un lobo terrible, un perezoso terrestre y un caballo
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El Instituto precisó que el hallazgo más reciente consiste en "dos fragmentos correspondientes al caparazón, así como varios osteodermos sueltos, dado que el caparazón no estaba completo ni en posición anatómica, lo que se verificó al observar en uno de los pedazos el dibujo en roseta, característico de este grupo de megafauna, mientras que en el otro no".
Anticipó que se trataría de un 'Glyptrotherium cylindricum', que en apariencia son parecidos a los armadillos actuales pero de dimensiones mayores y con caparazón rígido, como las tortugas.
"Podían alcanzar el tamaño de un automóvil compacto, pesar cerca de una tonelada y medir alrededor de dos metros y medio, desde la punta de la cabeza hasta la cola", agregó.
Hay más especies
El INAH reveló que en San Sebastián Villanueva también se localizaron fósiles que corresponden a otras especies: un cánido, un caballo y un perezoso terrestre, también del Pleistoceno tardío.
El cánido se refiere a un lobo terrible o 'Aenocyon dirus', originario de América y de tipo carnívoro, cuyos restos son difíciles de encontrar. De éste se identificó un pedazo de maxilar derecho con dos molares.
Entre el montón de tierra también se halló el molar de un caballo antiguo conocido 'Equus mexicanus', mientras que en la calle se extrajo un fragmento de lo que parece ser la epífisis de un hueso largo de perezoso terrestre, que cuando estaba de pie alcanzaba el tamaño de un mamut, aunque éste se acercaría más a un oso polar.
CHM