Ciencia y Salud

Conocer el ADN abre la puerta para prevenir enfermedades; buenos hábitos y el ejercicio son claves

El especialista Hugo Alberto Barrera señala que el avance en la lectura del mapa genético permite identificar riesgos de salud, aunque la prevención y los hábitos siguen siendo determinantes.

La biología molecular permite hoy mirar al cuerpo humano desde una perspectiva inédita: como una estructura física gobernada por instrucciones invisibles.

El doctor Hugo Alberto Barrera Saldaña, investigador en biología molecular, en entrevista con Víctor Martínez para la sección “Tu médico en Telediario”, explica que el genoma puede entenderse como el software que dirige cada proceso del organismo del ser humano.

“Ahorita estamos en la posibilidad de leer el genoma completo de cada individuo, es todo el software, no solamente pedacitos que se han visto asociados a ciertas enfermedades, sino absolutamente todo”, señala.

La secuenciación genética, cada vez más accesible, permite identificar riesgos antes de que aparezcan los síntomas. Aunque no todo el código se comprende aún, el avance es constante.

“No lo entendemos todo, pero cada vez entendemos más, y a partir de ahí se pueden establecer los riesgos”, explica el doctor Barrera.

Con esa información, dice, es posible advertir a una persona sobre su predisposición a ciertos padecimientos y anticiparse a ellos.

Sin embargo, el especialista subraya que conocer el riesgo no equivale a una condena.

“Mucho de ese riesgo, ya sea que sea causa del ambiente o de la herencia, si es del ambiente estás en la posibilidad de mejorar”, afirma.

Los hábitos diarios se convierten en una herramienta poderosa para modificar el curso de la salud. Incluso cuando el origen es hereditario, el impacto puede atenuarse.

“Aún pudieras retrasar que se manifieste o hacer que se manifieste de forma más leve”, sostiene.
“La clave está en la prevención informada. ¿Cómo? Con los buenos hábitos. ¿Cómo? Con el diagnóstico oportuno, saber qué riesgo tienes y saber qué del ambiente complica aún más ese riesgo”, explica.

La medicina preventiva, respaldada por estudios epidemiológicos y genéticos, coincide en que la detección temprana y los cambios sostenidos en el estilo de vida reducen la incidencia de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y degenerativas.

En paralelo, la ciencia del envejecimiento vive un momento de expansión acelerada.

“La ciencia de la longevidad ha explotado, se ha desarrollado impresionantemente”, afirma el investigador.

Existen inversiones millonarias en distintas regiones del mundo para estudiar intervenciones que van desde hábitos y nutrición hasta terapia celular y génica.

Aun así, el doctor Barrera insiste en un enfoque realista: “Si quisiéramos ser prácticos, básicamente son dos los más importantes: el ejercicio y una dieta sana y balanceada”.

Estos pilares están respaldados por guías internacionales de salud pública y envejecimiento activo. La evidencia muestra que la actividad física regular reduce la inflamación, mejora la función cardiovascular y preserva la masa muscular, factores directamente asociados con una mayor esperanza de vida.

“En ese contexto, el ejercicio no es uno solo. Se habla no de uno ni dos, sino de tres tipos de ejercicio que todos deberíamos practicar”, destaca.

El primero es la fuerza o resistencia. “Levantar pesas o usar el propio cuerpo” ayuda a conservar músculo y densidad ósea, aspectos clave para la autonomía en edades avanzadas. El segundo es el ejercicio cardiovascular, indispensable para la salud del corazón.

“De nada sirve querer ser míster universo y haber descuidado la salud de tu corazón”, advierte.

El tercero, frecuentemente olvidado, es el equilibrio. “Hacer ejercicios que te permitan tener equilibrio y evitar el riesgo de una caída”, explica.

Un punto crítico si se considera que las caídas son una de las principales causas de pérdida de independencia en adultos mayores.

El mensaje final es contundente: la genética informa, pero no decide sola. El cuerpo puede traer riesgos en su software, pero el usuario tiene margen de acción. Y en ese espacio, los hábitos cotidianos siguen siendo la intervención más eficaz para aspirar a una vida más larga y más sana.

Algunas claves para vivir más y mejor

Sugerencias que influyen en la calidad de vida:

  • Los genes influyen, pero los hábitos deciden.
  • Conocer los riesgos para prevenir a tiempo.
  • Ejercicio, alimentación y dormir retrasan el envejecimiento.
  • El tabaquismo envejece 60% más rápido.
  • Detectar señales de alerta y cuidar la anatomía.


nrm

Google news logo
Síguenos en
Manuel González
  • Manuel González
  • Periodista con más de tres décadas de experiencia. Guionista, locutor, productor y traductor simultáneo en Grupo Multimedios. Me gusta leer y ver beisbol.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.