El Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) presentó un proyecto de creación, a nivel nacional, de laboratorios y centros de referencia que se encargaran de detectar de manera temprana el cáncer a través de estudios moleculares de ADN y sus mutaciones, asimismo contribuirán a identificar la medicina personalizada adecuada, reducir gastos catastróficos, y extender cuidados paliativos.
Óscar Arrieta, jefe del departamento de Oncología Toráxica y coordinador de la Unidad Funcional de Cáncer de Pulmón del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que ya se presentó al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) el proyecto de instalar en todo el país alrededor de 3 o 4 laboratorios que otorgue atención al IMSS, ISSSTE, institutos y hospitales para efectuar esas mutaciones cancerígenas pulmonares y, a su vez, otorgar las terapias farmacológicas innovadoras que contribuirán a reducir la mortalidad.
“Estamos hablando de laboratorios que atienda específicamente pulmón a nivel nacional; en los que podemos hacer detección de mutaciones y que sean centro de referencia del IMSS, ISSSTE. Tal vez poner 3 o 4 laboratorios a nivel nacional. Estamos solicitando un apoyo a Conacyt para generar esos tipos de laboratorios que darán resultados rápido porque en este tipo de cáncer, el tiempo apremia", dijo en entrevista.
Los laboratorios contarán con personal médico capacitado y no se centrarán en las grandes ciudades, Guadalajara Monterrey México, donde se concentra hasta el 60 por ciento de los oncólogos, sino que estarán cubriendo una zona importante del país donde hace falta una gran cantidad de aparatos de radioterapia y hay un retardo en el tratamiento.
En la actualidad, dijo, se estima que en México se registran 12 mil casos nuevos anualmente con cáncer de pulmón y, de estos, 10 mil fallecen en el país en el mismo periodo. “Solo son estimaciones porque hay un severo subregistro”.
El cáncer del pulmón, aclaró, a nivel mundial acapara el 18 por ciento de la mortalidad, de hecho, es la segunda causa de decesos luego de los padecimientos cardiovasculares. Una de cada 5 muertes es por este tipo de cáncer en el mundo.
Sin embargo, el cáncer de pulmón ya afecta más a los pacientes en edades productivas, convirtiéndose en la primera causa de muerte y se espera un incremento tanto en la incidencia como en los decesos en los siguientes 20 años.
Si actualmente hay 9 millones de pacientes que mueren, explicó, en el 2040 se elevará hasta en 13 millones los que fallecerán y, los más afectados, serán los países en vías de desarrollo, América Latina y, específicamente, en México.
Arrieta, también jefe del Laboratorio de Medicina Personalizada en el INCAN, precisó que será la primera vez en México que se atienda de manera integral a un paciente con cáncer de pulmón, los cuales, carecían del apoyo del Seguro Popular a pesar de que los estudios de fármaco-economía han dejado en claro que una intervención temprana significa un costo de 13 mil dólares, con probabilidades de cura, mientras que una intervención con metástasis se elevaba a 130 mil dólares, con sobrevidas que dependían del tipo de terapia que los médicos lográbamos gestionar a través de protocolos con la industria.
Alrededor del 70 por ciento de los pacientes llegan en etapas avanzadas y el costo se dispara aún más a pesar de contar con las terapias innovadoras.
“Son tratamientos costosos que no conllevan a la curación, pero si a mejorar la calidad de vida. Con los estudios de biomarcadores se pasó de 68 meses de sobrevida a más de 80 meses. No solamente es el medicamento, es toda una intervención integral”.
Con la pandemia, agregó, las personas con cáncer de pulmón contagiadas con covid-19 se vieron más afectadas, la mortalidad aumentó hasta en un 26 por ciento por tener las defensas bajas, cursar con quimioterapias, con inflamación y alto riesgo de desarrollar más complicaciones.
En las primeras olas de la pandemia, puntualizó, se vio esa alza de mortalidad, con la vacunación contra covid, sobre todo con la circulación de la variante ómicron, los pacientes se vieron más protegidos.
Si bien el INCAN, aclaró, jamás dejó de trabajar con sus pacientes de cáncer, muchos, por miedo, dejaron de acudir a sus terapias y en otros hospitales la reconversión hospitalaria para atender covid significó un retraso en la atención. Esto, sin duda, agudizará aún más el severo problema de cáncer de pulmón, elevará las hospitalizaciones por avance metastásico de la enfermedad e incrementará las muertes.
“Un enfermo elevó cinco veces sus posibilidades de morir tras contraer covid”, dijo tras recordar que en el INCAN atienden a alrededor de 700 pacientes y cerca de 120 retrasaron su tratamiento por miedo a salir, ansiedad y todo lo que ha significado la pandemia.
De ahí la importancia de proyectos específicos para cáncer de pulmón, “con el Seguro Popular el apoyo a los pacientes era de cero, y el 55 por ciento estaba desprotegido por carecer de un sistema de protección social (IMSS o ISSSTE); con los protocolos logramos que la industria estos pacientes accedieran a los medicamentos, pero ahora deseamos homogenizar, que todos tengan acceso y este acceso no solo sea a algunas terapias sino a las que realmente convienen al paciente por razones diversas, como el hecho de reducir toxicidad y elevar la calidad de vida”.
En el pasado, recordó, la industria farmacéutica hacía el esfuerzo de pagar los estudios de secuenciación genética, pero se trabaja en un consorcio en el que participan ocho empresas de la industria farmacéutica que han mostrado su interés para detectar mutaciones y se dará al paciente el medicamento que requiera no el que desean comercializar.
La atención abarcará también tratamiento quirúrgico y radioterapia, en caso de ser necesario, que tengan acceso a los cuidados paliativos.
Se trata de un proyecto que impulsa la Secretaría de Salud a través de la Coordinación Nacional de los Institutos, del INCAN, y que se ha presentado ante el Consejo de Salubridad. Homologar los criterios de intervención y lograr canalizar recursos, aseveró, forman parte del proyecto.
“La propuesta es que el 100 por ciento de los pacientes accedan a estos estudios de biología molecular para detectar las mutaciones, encontrar el esquema farmacológico adecuado, y superar la sobrevida”.
Se pretende, además, trabajar de manera coordinada con el gobierno y con la industria farmacéutica bajo el esquema de “riesgos compartidos” en el que se adquirirán únicamente los medicamentos innovadores que realmente sirven a los pacientes.
Será un trabajo esencial que guiará las compras consolidadas del gobierno logrando una negociación en la que se obtengan costos competitivos de los fármacos innovadores. Además, el proyecto involucra temas esenciales como la educación y crear toda una agenda de cáncer que sea discutida en el congreso para obtener recursos específicos.
“Así como existe un código infarto, vamos a crear un código de cáncer entre pacientes con una sospecha de cáncer puedan tener una atención rápida. Se está trabajando en el programa Detecta, un piloto en el cual se está convocando a pacientes que han fumado a lo largo de 20 años para efectuar diversos estudios, una placa o tomografías con niveles bajos de radiación, posiblemente una biopsia de pulmón sin costo. Queremos detectar a esos pacientes con tabaquismo intenso y tratarlos en la clínica antitabaco. Yo invito a que los interesados a que sean valorados en el INCAN para lograr una detección temprana de cáncer de pulmón”.