Generar conocimientos, no solamente locales, sino del mundo, son unos de los objetivos que se buscan con las colaboraciones internacionales en las instituciones educativas. Aunque puede haber obstáculos en cuanto a logística, los resultados finales de este intercambio sea fructífero.
En el caso de La Laguna, universidades como el Tecnológico de Monterrey, campus Laguna, busca ese crecimiento. Alejandro García Ruiz, encargado de la dirección del Programa de Ingeniería Mecatrónica en la Escuela de Ingeniería, comenta se tiene una alianza con la Universidad Católica de Ecuador desde hace tres años, como una alianza entre ambas escuelas para compartir experiencias y conocimientos, de modo que se expandan los horizontes.
“Esta colaboración es la tercera ocasión que la desarrollamos, empezamos 2023, siendo la primera aproximación el hecho de que los alumnos pudieran trabajar en equipos extendidos, le llamamos así a un equipo que está formado por la mitad de los alumnos del Tec y la otra mitad de la Universidad de Ecuador y trabajamos en el pensamiento computacional”, rememora.
Trabajo remoto
Explica que se seleccionaron temas y en cinco semanas, se abordaron los mismos temas, tanto por parte de Ecuador como en la institución. Tanto el profesor Rafael Melgarejo y Alejandro García daban la clase en línea, con sesiones sincrónicas, en la que una parte era sesión el tema y la otra actividades de colaboración. Cada alumno lo desarrollaba de manera individual y en equipo entregaban una solución única.
En 2024, se decidió el incorporar apoyo a través de asistentes inteligentes y empezaron con el uso de inteligencia artificial. El objetivo fue que los alumnos tenían que resolver de manera obligatoria los ejercicios sin apoyo y después con el apoyo de inteligencia artificial y evaluaron aspectos como cuánto tiempo se tardaban en resolverlo, qué problemáticas obtuvieron y hacían una comparación sin utilizar herramientas de inteligencia artificial y después ya utilizándolo.
“Los hallazgos que llegamos fue que los alumnos sentían que los resolvían mucho más rápido con inteligencia artificial, pero hubo un detalle, a veces no sabían qué es lo que les arrojaba. Entonces, parte de la reflexión fue que no todo lo que te entrega esta herramienta tiene que ser un producto final, sino tienen que analizarlo”.
Actualmente, trabajan en tener un grupo control, el cual no debe utilizar inteligencia artificial en todos los temas del curso y otro con este apoyo para así valorar, pues señala que los alumnos sí están muy interesados en las herramientas, analizar en qué les ayudarían, si les da ese valor agregado e incluso que incremente el aprendizaje a comparación de no utilizarlo.
Colaboraciones internacionales
El Tecnológico de Monterrey campus Laguna ha denominado este tipo de trabajo en el Global Shared Learning (GSL). El objetivo es que esa universidad también tenga esa misma metodología de trabajo, en este caso, llamado COIL: Aprendizaje Internacional en Línea. Esta metodología se desarrolló en Inglaterra y se busca que a través de ciertas actividades intencionadas haya primero una etapa de socialización.
“En nuestro caso el idioma no fue una barrera, el horario uso había diferenciado una hora, pero ha habido cursos que son en el otro lado del mundo y hay diferencias hasta 12 ó 15 horas, pero la metodología COIL te permite trabajar tanto síncrona como asincrónicamente”.
Menciona además que en las sesiones se comparten experiencias, curso, temática, el horario que se podrán dar, en qué semestre se darán, y así buscar esas coincidencias. Aunque en su momento indica que puede ser difícil y es un proceso muy tardado, es necesario para tener una buena organización, llegar a acuerdos en común y complementarse.
“En la etapa de cierre se culmina con un proyecto integrador de los alumnos de la universidad extranjera y del Tec, mostrando cómo se lograron los aprendizajes, resultados y hacer la exposición, que normalmente hacemos en forma síncrona para que todos los equipos estén presentes en esa sesión. Ha sido retador en ocasiones trabajar con universidades internacionales, pero el conocimiento que han adquirido, vale la pena”.