La Casa de la Cultura de San Pedro de las Colonias presentará la obra “MW, la vaca que baila tap”, traída por el grupo Arrebol Teatro San Pedro, una comedia que busca generar una reflexión para toda la familia sobre la importancia de la diversidad y la inclusión.
Marco Antonio Chávez Mata, director de la agrupación, cuenta que la historia trata sobre Bonita, una vaca que nació con una particularidad: tiene seis patas. Desde un rancho polvoriento hasta una feria de fenómenos, la protagonista de esta puesta en escena busca ser vista de verdad, por sus cualidades y virtudes, como lo es poder bailar tap con sus patas como Fred Astaire.
“Esta obra básicamente es una alegoría acerca de la aceptación del que es diferente, de cómo son vistas las personas que no encajan las normas, ya sea físicas, cognitivas o parte de algún grupo minoritario, pues se les ven como un bicho raro en la sociedad y esto minimiza los extraordinarios talentos que tienen estas personas diferentes”, menciona Chávez Mata
Menciona que, por el tema del tap, esta puesta en escena tiene números de baile, además de ser muy divertida con mensajes poderosos para toda la familia, especialmente para niños y adolescentes, sobre el respeto a la diversidad y la inclusión a todas las personas, sean o no diferentes a ellos.
La obra se estrenará en la Casa de la Cultura de San Pedro, el día 23 de noviembre de 2025 a las seis de la tarde. Este evento será de entrada libre para todas las personas que deseen conocer esta historia divertida y llena de mensajes inspiradores para todos.
Tres actrices, un personaje
Para darle vida a Bonita, se tienen a tres actrices para interpretar cada par de patas: Sofía Amelie Herrera Landeros, las sobrantes; Scarlet Martínez Vázquez, patas delanteras y María José Quistán López, las de atrás.
María José, o Majo, como le dicen sus compañeros, comenta que esta experiencia ha sido una muy divertida para ella, pues a pesar de que las tres chicas interpretan a un mismo personaje, considera que cada par de patas tiene una personalidad diferente.
“Como que a veces teníamos ideas distintas, el intentar juntarlas y ampliarlas en una sola para formar a Bonita, es lo divertido porque es combinar un todo en uno, de modo que todas damos de nuestra esencia para que Bonita tenga vida”.
Confiesa que el aprendizaje que se ha llevado al hacer esta obra es el de aceptar, siendo a sí misma la primera persona con la cual hacerlo y considera que lo visto y vivido con el personaje la ha llevado también a intentar comprender a los demás.
Scarlet Martínez, por su parte, menciona que su experiencia se resume en el concepto de trabajo en equipo, pues tienen que trabajar entre todas para poder hacer algo. Igualmente, considera que este montaje es una experiencia amena y le ha gustado por ver otras perspectivas sobre un mismo momento, lo que la hace consciente de que todos vemos las cosas diferentes.
“A pesar de que existan diferencias entre las personas, siempre hay una manera en la cual pueden llevarse bien o pueden encontrar un modo de trabajo que encaje bien con todos los implicados. La verdad ha sido un montaje muy divertido también porque he hecho cosas que normalmente no hacía, pero aún así sí me ha fascinado bastante trabajar aquí”.
Sofía Amelie tiene el papel de las patas sobrantes, las cuales son las extremidades que tienen la particularidad de que son las que bailan tap, por lo que el reto más importante para ella fue el aprender a hacerlo bien para esta puesta en escena, sin embargo, también lo considera un área en la que desarrolló sus habilidades artísticas.
“Tienes que enseñarte a bailar y trabajar en equipo, es una experiencia en la que verdaderamente aprendes mucho y que puedes tomar mucho de esto, como el poder conocer a mis compañeros actores y actrices más a fondo, encontrar las maneras de relacionarme con ellos arriba del escenario y también compartir esa misma emoción que tenemos todos”.