Parte importante del desarrollo integral de un niño es la formación académica que se conforma de distintos niveles, desde el básico hasta el superior, en los cuales influyen diversos factores para un desempeño sobresaliente, entre ellos, las calificaciones de las múltiples evaluaciones que se les realizan, pero ¿de qué manera impactan estos resultados a los niños?, aquí te lo decimos.
De acuerdo con Jesús Medrano, psicólogo y docente del Instituto Tecnológico de La Laguna, las calificaciones positivas o negativas tendrán siempre un impacto bueno o malo en los niños, pues se trata de una ponderación numérica de lo que se considera algo bien o mal hecho.
"El hecho de que ya saben que tiene una ponderación afecta de diferentes formas, pues cuando no es positiva los va a hacer sentir mal, van a sentir incapacidad, pueden experimentar frustración y estrés. Así mismo, cuando tienen una calificación positiva su autoestima se eleva, hay mayor confianza en sí mismos y mayor seguridad".
La reacción ante una calificación negativa o reprobatoria, así como de una positiva, varía en cada niño, pues depende de la base familiar en la que haya crecido: valores, tratos y exigencias. Los padres juegan un papel importante, pues son ellos los que se encargan de forjar en el niño los comportamientos que lo van a llevar a la madurez emocional relacionada con su vida escolar.

"Tiene que ver con la base que tienen los papás con ellos. Hay que intentar que los papás entiendan la diferencia entre motivar y elevar el ego del niño, algunos papás se han encargado de generar en el niño la creencia de que todo lo que hacen está bien, entonces cuando se someten a la frustración hay una crisis. Los papás tienen que permitirle al niño experimentar la sensación de pérdida o de no haber podido lograr algo para que pueda crecer emocionalmente", comenta el psicólogo Medrano.
A través de estas experiencias, Medrano comenta que los niños comienzan a trazar un camino de logros y decepciones que los acompañan durante su formación académica, es decir, habrá una influencia de las situaciones de estrés o frustración que presentaron a causa del resultado de una evaluación, en el desempeño que tendrán en un futuro.
"Puede acrecentar el estrés en un futuro, porque recordemos que las bases las traen desde un inicio, y por desgracia o por fortuna nuestro sistema educativo en México es lineal, no hay mucho cambio desde primaria hasta la universidad, entonces obviamente se van a quedar los recuerdos y se queda la conducta arraigada de que si un niño desde primaria tiene dificultades será algo que va a ir arrastrando, entonces es importante prestar atención en eso para ayudarlos a desarrollar sus habilidades en aquello que se les dificulta".
Recomendaciones
Durante el proceso por el que atraviesan los niños a consecuencia de una buena o mala calificación, es necesario que los padres de familia se mantengan atentos para que tomen las medidas necesarias y aprendan a motivarlos adecuadamente, de manera que estas situaciones no atraigan efectos negativos para los infantes.
El psicólogo Medrano aconseja:
- Incentivar a través de la inteligencia emocional. Hacerle ver que aprobar una evaluación es una hazaña significativa.
- Hacerle reconocimientos sencillos cuando obtenga una buena calificación, por ejemplo: ver su película favorita, ir por un helado o hacer su comida favorita.
- No caer en el condicionamiento. Evitar hacerle regalos materiales, pues de esta manera, el niño tomará como un condicionamiento y no habrá un aprendizaje significativo, sino temporal.
- Saber identificar las razones por las que el niño se pone triste ante una mala calificación, ya que si se desanimó porque se sintió subestimado o inseguro podría estar recayendo en un problema de autoestima.
- Hablar con ellos sobre sus fallas y demostrarle que son situaciones de las que se puede aprender y mejorar.
- Ser empático y entender que para el niño es algo significativo.