Ya que se acerca la canícula a la región, es esencial recordar la importancia del consumo del agua para cuidar el cuerpo y evitar problemas como la deshidratación, especialmente en niños que son propensos a perder líquidos fácilmente.
Mariana Torres Valdez, nutrióloga clínica, comenta que la deshidratación, en términos generales es cuando el cuerpo pues no tiene los suficientes líquidos y hay pérdida de electrolitos para que el cuerpo realice sus funciones fisiológicas de manera adecuada. Es importante que la hidratación sea la adecuada, pues puede causar algunos problemas de salud.
“En deshidrataciones leve, se tiene boca seca, el color de la orina es más amarillento, hasta puede llevar a ser marrón, piel seca, también puede haber dolores de cabeza, mareos y fatiga. Cuando es más grave, hay dificultad para concentrarse, incluso pueden los pacientes perder el conocimiento e incrementar la frecuencia cardiaca”, comparte.
¿Cuánta agua hay que tomar?
Señala que la cantidad recomendada es muy subjetiva, pues depende de diversos factores como el clima del lugar o del nivel de actividad física que tenga la persona. Sin embargo, menciona que las recomendaciones de las nuevas guías alimentarias, de consumo de agua indican que para las mujeres se recomiendan 9 vasos y para los hombres 13. Para adolescentes, en hombres son 11 y para las mujeres 8 y para los niños son en promedio 5 vasos.
“También hay una formulita que pueden hacer las personas y los adultos que, por cada kilo de peso, son de 25 a 35 mililitros de agua. Pero obviamente todo eso podrá variar del clima donde nos encontremos y de si hacemos algún tipo de actividad física que incremente las perdidas”.

¿Y los electrolitos?
En el caso del uso de electrolitos, es importante tener a consideración que estos no son bebidas de consumo constante, sino que ayudan a recuperar minerales perdidos. Torres Valdés recomienda tomarlos cuando son pérdidas exacerbadas, como ya sea vómitos o diarreas. También en el caso atletas de alto rendimiento, se puede hacer el uso de bebidas rehidratantes o con electrolitos.
“En ocasiones pasa que no sentimos sed, por lo que es importante siempre cargar con una botella de agua para recordar la ingesta de la misma. Si consumimos al día mínimo cinco porciones de frutas y verduras, también es una forma de hidratar. En caso de no gustarles el agua regular se puede tomar agua de frutas o a través de infusiones”.
Concluye recordando que muy pronto será el inicio de la canícula, por lo que es necesario tener una buena hidratación, pues aunque no se tenga la sensación de sed se tienen pérdidas insensibles que son necesarias para la función del cuerpo, por lo que buscar estrategias para poder meter hidratación durante todo el día es necesario.