En 2009, cuando The xx irrumpió en la escena independiente, lo hizo con un sonido melancólico y sombrío, ideal para ser escuchado a solas a altas horas de la noche.
Sus canciones, estructuradas de manera tal que simulan una conversación entre dos amantes separados, estaban adornadas con notas simples de una guitarra a cargo de Romy Madley Croft, un bajo sólido ejecutado por Oliver Sim y los beats electrónicos que escogió Jamie Smith —mejor conocido como Jamie xx. Así, en un momento en que los integrantes de The xx tenían entre 19 y 20 años, se completaba la densa atmósfera de xx, su álbum debut.
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Ocho años después, dos discos en su haber (Coexist fue lanzado en 2012), y luego de un proceso de crecimiento que les llevó a encontrar su lugar en el mundo, Romy, Oliver y Jamie presentan I See You, su álbum más íntimo hasta el momento.
En esta producción, su sonido se aleja del pequeño cuarto oscuro en el que empezaron para dar paso la luz que ilumina los diferentes matices y colores que caracterizan a su música. [OBJECT]
En I See You, el sello de Jamie xx —los sampleos— está más presente que nunca antes. Para muestra, “On Hold” y su tributo a Hall & Oates, o “Say Something Loving”, que utiliza fragmentos de "Do You Feel It", de los hermanos Alessi.
En entrevista para Pitchfork, Romy declaró que para este nuevo disco decidieron salir de su zona de confort y no sólo dejar que la parte electrónica estuviera más presente —pese a que no pudiera tocarse en vivo—, sino también escribir las letras de las canciones frente a frente, contrario a lo que hacían antes, cuando Oliver y Romy intercambiaban correos hasta tener lista una canción.
El resultado se percibe, por ejemplo, en “Brave for You”, una canción que la vocalista escribió a la memoria de sus padres, quienes fallecieron cuando ella era una niña; o “A Violent Noise”, que captura la ansiedad y falta de control que Oliver sintió después de terminar de promocionar su segundo álbum, Coexist, y que sólo pudo sobrellevar con el alcohol; y en “Replica” los tres hablan del temor que tienen de convertirse en una copia de sus padres
El disco cierra con “Test Me”, una canción sobre cómo, pese a la fama de Jamie, los problemas de Oliver y el distanciamiento de Romy años antes de comenzar con este disco, los tres amigos —que se conocen desde la infancia— sólo vuelven a ser los de siempre cuando se reúnen y recuperan el vínculo estrecho que tuvieron en el inicio.
Pero también dejan ver cómo se abrieron a las relaciones estables, a conocer el amor, como lo dicen en “Say Something Loving”:
you say something loving,
is so overwhelming the thrill of affection,
is so unfamiliar
(dices algo tierno, es tan emocionante el sentimiento de afecto, es tan poco familiar)
Incluso lo demuestran en “Lips”, la canción que mejor captura la esencia de The xx. Un sonido etéreo, resaltado por los beats de Jamie y la tersa voz de Romy y Oliver recitando una oda a un amor desmedido y lleno de intimidad: “quiero todo, tu amor, tu sombra, tu voz y mi alma”.
Si bien la tercera producción de este trío británico fue uno de los discos más esperados del último trimestre de 2016, y su promoción —en un edificio de la Ciudad de México incluso apareció una instalación que muestra la portada de este disco—, así como su recepción ha sido aplaudida, la huella que dejó el álbum debut de los chicos tímidos de Londres no ha logrado superarse.
[Escucha el disco completo aquí]
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