El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que el "caballo apocalíptico de la violencia ocasiona en nuestro país estragos espantosos: muertes atroces que ya vemos cotidianas".
Al presidir la misa del Santo Crisma en la Catedral Metropolitana, el purpurado reprochó que la violencia "no nos conmueve" y señaló que desapareció el respeto a la dignidad humana.
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"Personas descuartizadas, fosas clandestinas, desaparecidos, secuestros, feminicidios, tantos periodistas asesinados cobardemente, crímenes arteros cometidos incluso contra nuestros hermanos sacerdotes, muchos de ellos ultimados por ser fieles a su ministerio, otros secuestrados y extorsionados, tal pareciera que ha desaparecido toda consideración y respeto por la dignidad humana", dijo.
Afirmó que ya es insoportable vivir en México, donde es desmedida la corrupción, la cual es un "pecado grave porque el dinero robado no es del gobierno sino de los más pobres, de los más necesitados, a quienes a causa de ese despojo inmoral no les llegan los servicios indispensables de alimentación y salud".
El cardenal llamó a recordar a los ladrones que devuelvan los bienes mal habidos.
En la misa, celebrada junto con el nuncio apostólico Franco Coppola, el cardenal Rivera Carrera condenó la violencia de miles de niños asesinados en el vientre de sus madres.
En su homilía también dijo que con la ideología de género "se pretende enmendar la plana a Dios.... Es la pretensión diabólica de pretender usurpar el lugar de Dios".
En esta ocasión y previo a presentar su renuncia el próximo mes de junio, Rivera Carrera agradeció a los obispos auxiliares, sacerdotes, diáconos y seminaristas por "haber caminado juntos".
OVM
