Ciudad de México /
Los recursos públicos son fundamentales para enfrentar la reconstrucción tras los sismos de septiembre pasado, de acuerdo con un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado. La Dirección General de Finanzas elaboró cuatro Notas Estratégicas sobre las implicaciones presupuestarias de los esfuerzos de reconstrucción.
El gobierno federal —agrega el IBD— cuenta con instrumentos financieros o presupuestarios vinculados al Fonden. Es el caso del Bono Catastrófico, con una cobertura por sismo de 150 millones de dólares, además del Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas (Fonrec), que funciona como garantía para el otorgamiento de créditos que se emplearían para cubrir las aportaciones estatales correspondientes.
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[OBJECT]En la investigación Costos iniciales de la reconstrucción tras los sismos de septiembre de 2017 se señala que la mayor parte de las estimaciones de las instituciones financieras apuntan a que los daños son de relevancia local, y que el grueso de la infraestructura productiva no fue afectada, por lo que el efecto en la actividad económica será moderado.
La asignación de fondos para la reconstrucción puede ayudar a compensar la caída en la actividad económica hacia el cierre del año. De acuerdo con el Ejecutivo, los sismos ocasionaron pérdidas materiales por al menos 48 mil millones de pesos.
Entre las fuentes federales de financiamiento también se encuentran la Banca de Desarrollo y los programas que establezcan Infonavit y Fovissste en apoyo de sus derechohabientes.
¿Cómo funciona el Fonden?
Mientras que que el sector privado se ha sumado a los esfuerzos para recaudar recursos a través del fideicomiso Fuerza México, el Fonden asigna recursos a las dependencias federales y a las entidades federativas, cuya capacidad de respuesta operativa y financiera fue superada por la magnitud de los daños.
En su operación, se integra por tres instrumentos presupuestarios: el Fondo Revolvente Fonden, el Programa Fondo de Desastres Naturales y el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales.
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De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el monto del Fonden en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017 es de 6 mil 36 millones de pesos. Mientras, el Fideicomiso registra un saldo de 5 mil 629.7 millones de pesos al segundo semestre del año; y al 10 de octubre, los recursos presupuestarios disponibles del Fonden ascienden a 8 mil 243 millones de pesos.
A pesar de que México es un país vulnerable ante diversos fenómenos naturales de alto riesgo, hasta muy recientemente la reserva de recursos para enfrentar sus costos correspondió al gobierno federal, de acuerdo con el IBD.
Si bien, el Fonden requiere que las entidades federativas aporten una parte de los recursos, son pocos los estados que han previsto instrumentos que les permitan enfrentar más holgadamente los costos de reconstrucción.

¿Cómo han asignado el presupuesto los estados?
Entre los instrumentos financieros sobresale el Fondo de Atención a los Desastres Naturales (Fonaden) de la Ciudad de México, que contaba con 9 mil 550 millones de pesos a agosto de 2017.
El gobierno local decidió asignar 3 mil millones de pesos de este fondo para implementar el Plan de Reconstrucción de la Ciudad, en el cual incorporó las acciones de atención inmediata a la población, la creación de la Plataforma CDMX, los apoyos para rentar vivienda e integrar el Fondo de Adquisición de Vivienda que permitirá potenciar financiamientos, hasta por 6 mil millones de pesos.
El gobierno de Puebla anunció que utilizará recursos del presupuesto participativo, con una bolsa de mil millones de pesos para la reconstrucción de los inmuebles públicos afectados. Esta entidad tiene contratados tres seguros —de bienes patrimoniales, contra desastres naturales y un seguro agropecuario catastrófico—. También Oaxaca y Guerrero cuentan con seguros para atender contingencias naturales.
Se presenta un ejercicio que permite identificar los rubros de gasto contemplados en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 (PPEF-2018) cuyo crecimiento se podría contener para generar un espacio presupuestal que, después de cubrir los compromisos ineludibles, permita reorientar recursos para solventar diversos gastos de reconstrucción durante 2018.
Esta propuesta plantea dos escenarios que parten de una metodología de análisis que compara el PPEF-2018 con los PEF-2016 y 2017 PEF-2017, donde los montos propuestos, de ser ajustados, se presentan por ramo administrativo y capítulo de gasto. La clonclusión es que existen entre 12 mil 635 y 14 mil 411 millones de pesos que podrían ser susceptibles de reasignarse en el PEF-2018.
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