En febrero pasado, Grupo Televisa anunció una alianza con Amazon para la distribución de contenidos premium —creados por la división Televisa Alternative Originals—, a través del servicio streaming Amazon Prime en más de 200 países, y de los canales de Televisa en México y Estados Unidos (EU).
Por su parte, Claro Video concretó convenios con gigantes televisivos como HBO, Fox y Sony para incrementar la oferta de contenidos en su plataforma.
Se trata de algunos de los acuerdos más importantes que llevan a cabo empresas de contenidos a través del Video Bajo Demanda por Suscripción (SVOD, por sus siglas en inglés) para ganar participación de mercado en México y competirle al líder del sector: Netflix.
La estadounidense, con más de 20 años de experiencia, anunció en noviembre de 2017 su propia alianza con AT&T para que los clientes de la compañía telefónica pudieran suscribirse a la plataforma de streaming a través de AT&T Conecta, con cargo directo a su factura o a través del saldo de su tiempo aire en prepago.
[OBJECT]Esta unión permitió que los potenciales clientes de Netflix, que no contaban con una tarjeta de crédito, tuvieran más opciones de suscripción. Dos años antes, el gigante del streaming ya había hecho el primer esfuerzo por ampliar sus servicios en México. Se había unido a Totalplay —empresa de Grupo Salinas— que fue pionera en incluir la aplicación en su plataforma de televisión de paga.
Datos de la consultora The Competitive Intelligence Unit muestran que el mercado de contenidos SVOD tuvo un crecimiento de 25.6% en México en el segundo trimestre de 2017, en comparación con 2016. También en el mismo periodo de 2017, este servicio que se ofrece a través de una aplicación alcanzó los 7.4 millones de suscriptores.
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En su estudio Competencia en contenidos de video bajo demanda por suscripción, la consultora detalla que Netflix se mantiene como la plataforma preferida de los mexicanos, con 63.6% de las suscripciones, seguida por Claro Video (24.9%), Blim (6.9%), HBO Go (2.3%) y otros.
A pesar de la hegemonía que mantiene Netflix en la industria del SVOD, la compañía ha perdido terreno frente a sus competidores, pues a mediados de 2016 acaparaba 69% del mercado, mientras que Blim, la plataforma de streaming de Televisa, tenía apenas 0.4% de los suscriptores en ese mismo periodo, y hoy tiene 6.9%.
La competencia cada vez más grande, los altos costos de operación y producción, entre otros desafíos, han llevado a las compañías de streaming a buscar alianzas con televisoras, productoras, firmas de telefonía y fabricantes de televisiones inteligentes, para quedarse con una rebanada más grande del pastel.
En vivo y a todo color
De acuerdo con el estudio Predicciones de tecnología, medios y telecomunicaciones 2018 publicado por Deloitte, las transmisiones de eventos en vivo generarán ingresos directos en todo el mundo por 545,000 millones de dólares (mdd) este año, de los cuales una buena parte (358,000 mdd) provendrán de publicidad y suscripciones en televisión.
Deloitte destaca la importancia del streaming para transmitir eventos en directo a través de internet, servicio que generó 7,400 mdd en el mundo en 2018, 47% más que en 2017. “Las compañías SVOD se inclinan más por el pago de derechos de transmisión de programas en vivo”, explica Germán Ortiz, socio líder de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de Deloitte.
En México, el pionero en transmitir eventos deportivos en directo a través de internet fue el club de fútbol Guadalajara, con su plataforma Chivas TV, que se lanzó a mediados de 2016 y, desde entonces, ha concretado alianzas con distintas empresas para incrementar su audiencia y mejorar su servicio, como con Claro Video (cuyo acuerdo terminó el año pasado), Cinépolis Clic y ahora la plataforma Playmaker Media de NBC Sports, como parte del relanzamiento del canal de streaming del equipo de Guadalajara para tener un mejor soporte tecnológico, con el nombre de Chivas TV 2.0.
[OBJECT]Las constantes fallas en las emisiones de los juegos de Chivas por su canal de internet han llevado a los directivos del club a buscar estas alianzas. Incluso, el Guadalajara regresó a la televisión tradicional en abril de 2017,cuando llegó a un acuerdo con Televisa para la transmisión de sus juegos a través de TDN, el Canal de las Estrellas (solo en el resto de Latinoamérica, no en México) y, adicionalmente, Blim, la plataforma SVOD de la televisora de Chapultepec.
La de paga, ni se inmuta
En la actualidad, este crecimiento del consumo vía streaming no parece afectar a la industria de la televisión de paga. “Hay más de 22 millones de hogares con este servicio en México (67% de penetración), y la cifra ha estado en continuo crecimiento en los últimos años”, señala Germán Ortiz de Deloitte.
Sin embargo, no descarta que el panorama cambie en los próximos años. “Dependiendo de la oferta y la infraestructura de red disponible, es probable que la penetración del streaming domine, provocando que las personas no paguen por la televisión, que su costo sea marginal o que incluso no sea necesario poseer una TV”.
Bajo demanda también es rentable
El modelo de negocio de Netflix es diferente. Los clientes de esta plataforma únicamente encuentran contenido bajo demanda, ya que en varias ocasiones Netflix ha descartado transmitir programas y eventos deportivos en vivo.
Las ventas totales de la empresa, fundada en 1997 por Reed Hastings y Marc Randolph, crecieron 40% en el primer trimestre de 2018 para llegar a 3,700 mdd, lo que representa el ritmo de crecimiento más rápido en toda su historia, gracias al aumento de suscriptores y al incremento de 14% en el costo promedio de su membresía. En 2017, Netflix acumuló ganancias por más de 11,000 mdd, como reveló en su carta para inversionistas.
Asimismo, la compañía espera que sus ingresos por streaming internacional lleguen a 1,940 mdd en el segundo trimestre de 2018, en comparación con 1,900 mdd en EU.
“En Latinoamérica estamos apostando mucho por el contenido, con 50 producciones originales a lo largo de 2018, como la cuarta temporada de Club de Cuervos, el spin off de Hugo Sánchez, Ingobernable, La casa de las flores y Diablero. Netflix invierte en estos narradores de historias locales, que no solo funcionan para el público de la región, sino que también generan interés a nivel global”, dice Mary Carmen Albarrán, gerente de Comunicación de Netflix para América Latina.
Lo tiene claro
Otras empresas SVOD han optado por tomar ambos caminos, tanto el de los contenidos originales bajo demanda como el pago por los derechos de emisiones en vivo. Un ejemplo es Claro Video, el segundo competidor de streaming en el país, cuya estrategia es “brindar un servicio de calidad y formar alianzas con importantes socios de la industria para ofrecer contenidos de diversos géneros a todos nuestros usuarios”, de acuerdo con Alberto Islas, director general de la compañía.
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Claro Video concretó alianzas con el canal de televisión HBO, propiedad de Time Warner, para sumar a su plataforma películas y series como la aclamada Game of Thrones y las producciones originales de HBO en América Latina; con Fox para la transmisión de los siete canales de Fox Premium o de 18 señales en vivo con el paquete Fox+; con la plataforma de streaming Crackle propiedad de Sony, y con Noggin para tener entre su oferta los programas para niños de Nickelodeon. Al mismo tiempo, la compañía de América Móvil produce contenidos propios, como la serie La Hermandad.
“De esta manera aseguramos que los usuarios tengan una experiencia completa dentro de la plataforma de Claro Video y, al mismo tiempo, impulsamos los contenidos de nuestros socios, con el objetivo de tener un crecimiento conjunto”, comenta Islas.
¿Y si bajan las ganancias?
Los modelos de negocio de las empresas de streaming implican “un riesgo alto al hacer fuertes inversiones en producciones originales o en el pago de licencias por derechos exclusivos. Esto se debe a que el capital se gasta por ‘adelantado’ y si las producciones son aceptadas por el público se hacen desembolsos a lo largo de varios años, incrementando las deudas en el corto plazo”, dice Germán Ortiz de Deloitte.
En el caso de Netflix, la deuda bruta es de 4,800 mdd, contra el valor de mercado bursátil de casi 75,000 mdd. Sin embargo, la compañía defiende su apuesta por el contenido como una estrategia para seguir creciendo en el futuro. “Nos enfocamos mucho en nuestros consumidores y en lo que quieren ver. ¿Cómo hacemos que esas horas que pasan viendo Netflix les generen felicidad?, y eso implica tener una gran variedad de contenido”, comenta Mary Carmen Albarrán.
Sin duda, el negocio del streaming empezará a ser más rentable en el corto plazo. Podría imponerse a la televisión abierta y de paga. Todo dependerá de la capacidad de las empresas SVOD en cuanto a sus estrategias de crecimiento y con quién se van a juntar para superar a la competencia.