Especialistas en arte y estrategas digitales advirtieron sobre un atraso en el desarrollo de aplicación móviles para instituciones y eventos culturales en Nuevo León.
Aunque los museos y órganos de arte más importantes de otras ciudades y países cuentan con estas herramientas desde hace años, a nivel local son escasas las instituciones que han sumado esta tecnología.
El pionero en la ciudad fue el Consejo para la Cultura y las Artes del Estado (Conarte), que lanzó su aplicación en 2012.
Desde hace un año no se encuentra en las tiendas digitales, pero próximamente será puesta a disposición del público con mejoras incluidas.
La Feria Internacional del Libro de Monterrey (FIL) también desarrolló su software para el evento de 2013; después de esa edición dejó de ser actualizado.
Posteriormente, la Casa Universitaria del Libro de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) lanzó en 2015 su app Libros UANL, aunque al momento no aparece contenido reciente.
Al respecto, Rocío Cárdenas, investigadora de arte contemporáneo, consideró que las administraciones de las instituciones culturales locales no invierten en las plataformas virtuales debido a que desconocen el comportamiento del público, sobre todo de los millennials.
Opinó que es necesaria una reforma integral para que los entes culturales puedan crear una conexión con los jóvenes y atraerlos.
"En las administraciones de los museos locales necesitan actualizar su pensamiento sobre lo que es el público, y el público no siempre va a ser un público que va a asistir físicamente, sino que hay un público que está invitándose o buscando recursos en línea que no existen.
"Hay una gran ignorancia sobre lo que es el público", insistió.
En ese sentido, la también curadora resaltó la importancia de que los organismos culturales cuenten con personas expertas en estrategias digitales que generen contenidos específicos para la población joven.
La generación millennial, indicó, necesita incentivos para que abandonen lo virtual y vayan al mundo real. Uno de los recintos culturales más relevantes a nivel global es el Museo Nacional del Prado, en Madrid, España, el cual actualmente tiene cuatro aplicaciones oficiales para diferentes finalidades, que incluyen recorridos didácticos por las colecciones de arte y visualización de obras en alta definición. Otros lugares como el Museum of Modern Art (MoMA) en Nueva York, Estados Unidos y el Museo del Louvre, en París, Francia, también han adquirido este instrumento virtual.
En México, un ejemplo es la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. La última actualización de la app data del año pasado.
El Museo Frida Kahlo, en la Ciudad de México, también cuenta con aplicación para celulares, la cual puede ser descargada de forma gratuita, aunque para acceder a algunas funciones se deben pagar 49 pesos.
La directora del Centro Cultural Arte, AC, María de los Ángeles Cantú, coincidió en que existe una brecha generacional entre quienes dirigen los órganos culturales y el público joven.
No obstante, más que el desconocimiento, precisó que el factor principal para no adoptar estas herramientas es el económico.
"Creo que también son cuestiones de dinero", apuntó, "esa podría ser una limitante".
Reiteró que, a pesar de ello, los entes ligados al arte y la cultura están obligados a actualizarse en lo digital y lo virtual, pues reconoció que el público ha cambiado.
"El domingo (hoy) es el Día del Patrimonio, hubiera sido bueno tener esa herramienta", lamentó.
Por su parte, Emma Flores, estratega digital de Conarte, dijo que cada institución tiene sus propios objetivos, por lo que resulta difícil juzgar si existe un atraso en el tema en Nuevo León.
Según Juan Quaglia, consultor y especialista en redes sociales, algunos beneficios de desarrollar una aplicación móvil son brindar al usuario la posibilidad de ingresar a los contenidos de la institución con un solo toque, entre otros.