Hasta que no haya solución a la pandemia de coronavirus, una de las actividades recreativas más comunes tendrá que adoptar medidas sanitarias que cambiarán completamente su desarrollo: los conciertos; estos eventos, que solían aglutinar a cientos o miles de personas, ya están implementando nuevas formas de ejecución para prevenir nuevos casos de covid-19.
El primer show musical que tuvo restricciones sanitarias sucedió en Estados Unidos: el pasado lunes 18 de mayo, el musico Travis McCready, líder de la banda de country Bishop Gunn, ofreció una presentación en TempleLive, una sala de conciertos ubicada en Forth Smith, Arkansas.
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Covering the socially distanced Travis McCready show at @templelivefsm.
— Max Bryan (@MBryanTimesRec) May 19, 2020
And they totally paid tribute to @arkansalt’s editorial before the musicians did their thing. pic.twitter.com/sCay5Wf9AS
Sobre el desarrollo del evento, primero llamó la atención el espacio, con un aforo de mil asientos según medios locales, que solo permitió el acceso a 229 personas. Esto cantidad fue la estipulada por los organizadores y las autoridades gubernamentales del estado.
Otras medidas sanitarias llamativas fueron la separación entre los espectadores, que abarcó varias butacas, además de que a cada asistente se le tomó la temperatura al ingresar al recinto.
Music is back in Arkansas! Lauren Brown on stage now at @templelivefsm opening for Travis McCready of @bishopgunnmusic. pic.twitter.com/KhJZVg4TTb
— Chris May (@KATVChrisMay) May 19, 2020
En cuanto a los baños, se restringieron varios orinales y lavamanos para evitar la cercanía entre las personas, además de que se limitó el cupo para no saturarlos. Dentro de los pasillos del recinto, para ingresar a la zona del show, también se colocaron vallas divisorias para evitar aglomeraciones.
Este primer concierto con las reglas de distanciamiento social puede ser una muestra de cómo la industria del entretenimiento reactivará sus eventos a partir de que se levante la cuarentena por el covid-19.
yhc
