En México, la construcción de viviendas genera cerca del 50 % de las emisiones contaminantes y consume gran parte de la energía y electricidad del país. El uso de cemento y hormigón es uno de los principales responsables del impacto ambiental del sector.
En Asia ya se exploran alternativas ecológicas para reducir estas emisiones y optimizar recursos en la construcción. En MILENIO te contamos por qué en México urge adoptar prácticas sostenibles y cómo los edificios verdes pueden disminuir el consumo de energía, agua ygenerar menos residuos .
¿Construyeron casas con cáscaras de arroz?
En Kirguistán, un país ubicado en Asia Central se están desarrollando viviendas con ladrillos elaborados con una nueva apuesta sostenible, pues serán de 60 % cáscara de arroz, mezclada con arcilla, cemento y adhesivos libres de químicos.
Estos bloques se comprimen y secan al aire, logrando una resistencia comparable a la del cemento convencional, además sus propiedades ofrecen las comodidades esperadas,.
Este método ya permitió la construcción de más de 300 viviendas en cinco años. Además de ser económico, aprovecha un residuo agrícola que normalmente se quema o desecha, evitando emisiones de CO₂ y problemas de contaminación. También representa una alternativa ante la escasez de materiales tradicionales en algunas regiones.
El proyecto busca servir como modelo para otros países, demostrando que es posible crear hogares duraderos, seguros y ecológicos utilizando recursos locales y accesibles. Esto contribuye tanto a reducir la huella ambiental de la construcción como a generar empleos vinculados con la economía circular.

¿Por qué usar cáscara de arroz?
Esta innovadora idea fue implementada por un joven llamado Nursultan Taabaldyev, quien con tan solo 27 años logró este descubrimiento en su taller local luego de varios intentos con diversos materiales.
La cáscara de arroz contiene cerca de 20 % de sílice opalina y lignina, elementos que la hacen resistente al fuego, a la humedad y a la proliferación de hongos o bacterias. Su composición le otorga cualidades aislantes, ayudando a mantener temperaturas agradables dentro de la vivienda.
También mejora la resistencia estructural de los muros y reduce la necesidad de materiales de alto impacto ambiental como el cemento. Por cada tonelada de cemento se liberan hasta 900 kg de CO₂, por lo que sustituirlo parcialmente disminuye la huella de carbono de cada construcción.
Además de ser ligera y de bajo costo, la cáscara de arroz favorece la gestión de residuos agrícolas, dándoles un uso productivo en lugar de quemarlos o desecharlos. Esto evita emisiones contaminantes y fomenta un modelo de construcción sostenible y con beneficios sociales y ambientales.
¿Qué medidas se están tomando en México?
En Coacuilco, Huejutla de Reyes, Hidalgo, a mediados de julio del 2025, maestras del Preescolar General Jesús F. Azuara crearon una barda ecológica. Inspiradas por la contaminación de un río cercano con botellas plásticas, implementaron el proyecto Somos el cambio, reciclando y creando.
La barda de 35 metros se construyó con 4,500 botellas de plástico, cada una rellena con cemento para asegurar su durabilidad por muchos años. Padres y alumnos participaron activamente, contribuyendo cada familia con 150 botellas.
Además de su función práctica, la barda incorpora diseños artísticos de flores huastecas, promoviendo la cultura local. Con una inversión de 18 mil pesos, apoyada por autoridades y empresarios, el proyecto demuestra cómo la colaboración comunitaria y el reciclaje pueden generar cambios positivos significativos y sostenibles.
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