La futura jefa de Gobierno cantó, bailó ballet, corre, lee, saca canciones en la guitarra y va al cine cuando puede; su debilidad son los niños y en su futuro se ve como profesora de la UNAM, “que es otra forma de transformar la realidad”.
Los gemelos crecieron y abandonaron la escuela. El maldoso español les fincó apodos: Siniestro a Hugo por su mirada esquiva y rencorosa; Carcamán a Beto, porque a pesar de su obesidad tiene piel ceniza y como de elefante, rugosa.