En épocas de covid-19, la inteligencia artificial también funge de psicóloga: Monterrey estrenó esta semana un chatbot que puede atender a quien requiera de apoyo emocional en medio de la pandemia.
El chatbot utiliza herramientas de Procesamiento del Lenguaje Natural y aprendizaje automático (ML) para responder de forma correcta al usuario. Busca, incluso, imitar cierto tipo de interacción humana y esto se logra por medio de lo que dice Yana (escrito por el equipo humano) y la forma en que el usuario habla con ella (a través de botones o texto abierto).
Andrea Campos, fundadora y directora general de Yana, explica que desde la liberación de la aplicación, ha ayudado a más de siete mil 100 usuarios con los que ha tenido más de un millón de interacciones.
Las causas principales por las que los usuarios han buscado a Yana, dijo, son la depresión y ansiedad (en conjunto), aunque dividido por edad se agregan otros factores: los adolescentes se han visto más afectados por “aburrimiento o frustración”, los adultos de 18 a 35 años por “Incertidumbre del futuro” y los mayores de 40 años expresaron que lo que más les ha afectado es el “miedo al contagio”.
Los factores que más influyen en la depresión y ansiedad se cuantificaron de la siguiente manera: 14.3 por ciento de las personas tienen preocupación constante; 13.3 por ciento falta de autoestima; 10.5 por ciento dificultad para dormir; 10.4 por ciento problemas con su pareja actual o con su ex y 9.6 por ciento irritabilidades excesivas.
Campos indicó que Yana busca contribuir al mejoramiento de la salud emocional de sus usuarios.
“Con la plataforma buscamos sumar al bienestar emocional de las personas; anticiparnos de manera individual o como empresa a situaciones negativas relacionadas con la salud emocional de las personas. No sustituimos la intervención profesional, pero sí buscamos ser la primera línea de contacto para las personas que quieren trabajar en su salud mental”, dijo.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Mental, 17 por ciento de la población padece algún problema relacionado con la salud mental, y de dicha proporción, menos del 20 por ciento busca ayuda. Se estima que, quienes lo hacen, pueden tardar hasta 14 años en superarlo.
La figura de la aplicación se desarrolló con base en la Terapia Cognitivo Conductual, la cual postula que lo que nos afecta emocionalmente no son los hechos por sí solos, sino la percepción que tenemos sobre ellos. Sugiere que, si trabajamos en modificar nuestra percepción y pensamientos, nuestro estado emocional también se modificará.
Con eso, Yana ayuda a la persona a monitorear su estado de ánimo, a identificar sus pensamientos y percepciones y, cuando detecta que son negativos, le orienta hasta encontrar una manera más saludable de pensar a través de conversaciones y herramientas prácticas.
Esta aplicación puede brindar acompañamiento, no sólo a personas independientes, sino también a las empresas y universidades que buscan entender y mejorar el estado emocional dentro de sus comunidades, precisa Campos.
Yana no es sustituto de terapia, aclaró su creadora, sin embargo, tiene la capacidad de recomendar al usuario la búsqueda de profesionales de la salud si es necesario, así como canalizarlo a una línea de atención de crisis si en algún momento es requerido.
Actualmente, Yana está disponible de manera gratuita en las tiendas de aplicaciones para iOS y Android.
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