Su lienzo principal son las paredes de las calles, lo mismo en México que en los diversos países a donde lo han invitado para dejar huella de su colorida obra. Sí, los detalles de la cultura mexicana siempre están presentes, aunque “no estoy pensando que se vea mexicano o que tenga elementos mexicanos”, confiesa el artista urbano Farid Rueda, en entrevista con M2 .
Sus inicios en el arte fueron tal vez accidentales, ya que su abuelo, a quien no conoció, fue un escultor que dejó su presencia en el jardín de la casa de su abuela. Uno de sus tíos era pintor, lo cual percibió como parte de su entorno en la niñez. La Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) fue la parte académica en su recorrido profesional, solo por un tiempo, porque su mayor proceso creativo sería en la calle.
El artista, que ha colaborado con marcas como Adidas, este año compartió un logro más: su trabajo llega al Forza Horizon 5, juego de Xbox que sale a la venta el próximo 9 de noviembre .
“Es una de esas recompensas que me da la vida, más allá de lo económico, es saber que mi trabajo está siendo valorado gracias a tu esfuerzo. Por eso me gustaría que la gente viera más allá de los colores, la esencia mexicana o si representa la cultura maya o la azteca: prefiero que vean que disfruto mi trabajo y que ellos también podrían hacerlo si son honestos en lo que quieren”.
¿Cómo llegó la propuesta de Xbox?
Forza Horizon 5, un juego de plataforma de Xbox, buscó crear un proyecto en el que se incluyeran nuevos escenarios. En este caso eligieron a México, por la diversidad que tenemos en paisajes y escenarios, y que se pueden representar en el juego, que sea una aventura para el espectador y que lo lleve a conocer diferentes lugares.
Se dieron cuenta de que el arte mexicano y la tradición que tenemos son elementos fuertes que pueden venir en el juego para endulzar la experiencia; es así como contactan a varios artistas mexicanos, entre ellos Spaik y yo, que nos dedicamos a hacer murales. Entonces nos invitan a colaborar, de manera individual y por separado. Me parece interesante que a México se le tome en cuenta por sus paisajes, su belleza natural y por su arte.
¿Qué consideraste para esa colaboración?
En realidad, la pieza fue seleccionada por ellos. Hicieron un estudio de obras de lo más representativo que había hecho y escogieron esta pieza (un oso). Esta obra en realidad no se encuentra en México, la hice en Colombia para otro evento, pero les gustó para incluirla en el juego y escogieron obras que pudieran tener gran impacto; más allá de que fueran realizadas en México, buscaron obras que en el juego pudieran generar en el espectador la mejor impresión sobre el arte mexicano y los muralistas. Vieron que mi obra cubría estos requisitos.
Street art y muralismo
El término street art o arte urbano es un nombre que se le da a la ilustración que se hace a gran escala en los espacios públicos: puede referirse a collages, instalaciones o esculturas. En ese sentido, el graffiti fue una manera de pasar de un acto callejero a una manifestación artística.
“Era una comunicación entre artistas, más libre y ajeno a la estética o al buen gusto, y cuando empiezan a salir más artistas, inspirados por estos creadores que empezaron a dominar las técnicas, pues fueron inspirando a otras personas como yo, en su momento, que también vi posibilidades de comunicar”.
Entonces, explica el creador, “mientras en la escuela se pinta tapando para que nadie vea lo que haces, en la calle todos tocan tu obra, todos se incorporan y trabajan en equipo. La gente ve una obra terminada en un museo, cuando ya está colgada. Es muy difícil ser parte de ese proceso; en cambio, en la calle la gente se vuelve parte de eso.
¿Te gustaría estar en los museos?
Claro, por supuesto. Creo que los museos cumplen una función que es resguardar la obra para el futuro de nuevas generaciones. Yo mismo soy un gran fan del arte y cuando viajo me gusta visitarlos porque no es lo mismo ver algo en una fotografía que ver la obra en vivo.
En nuestro caso, hemos llevado nuestra obra a la calle. Ir a museos no me impedirá seguir creando en la calle, porque lo disfruto bastante, pero sí hay que preservar las obras porque actualmente no existe una pintura que a la intemperie se quede para siempre, así que mientras eso no exista sí es bueno seguir produciendo en caballete.
¿Haces obra en caballete?
Sí. No lo había realizado antes de la pandemia debido a que todo el tiempo me encuentro viajando y era difícil tener una locación estable. La actividad de caballete requiere que te sientes, necesitas tener los materiales y el tiempo para realizarlo; las obras en caballete, en mí caso, duran de tres semanas a mes y medio. Tener ese tiempo, cuando cada semana estás viajando a un lugar, era imposible.
¿Cuál es tu visión actual del muralismo?
Si Siqueiros nos viera pintando con aerosol él estaría feliz porque es lo que buscaba: una herramienta para pintar en muros. Hacía esténcil con chapopote y cortaba craft, y con una brocha en las noches salía; todo esto lo narra en su libro Me llamaban el Coronelazo. Yo creo que esa parte de la historia no hace justicia, pero él es el gran aporte olvidado del grafiti en México.
El mural siempre ha existido, tuvo relevancia en México y fue llamado como una corriente gracias a que los artistas de esa época empezaron a trabajarlo para hablar de temas sociales y políticas. Actualmente nuestro estilo está muy definido; el grafiti es la madre del movimiento urbano que existe. El muralismo lo tenemos en nuestra historia; no obstante estaba Siqueiros, quien ya traía mucho de lo que estamos haciendo. Él tenía una técnica grafitera, digamos, y su técnica se aplicaba con una pistola de compresor, con la que se pintan los autos, de hecho es el antecedente del aerosol.
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