Ante la vejez los mexicanos no son diferentes al resto del mundo. En la mediana edad el apuro por desacelerar la aparición de arrugas, la pérdida del tono muscular o de la lozanía de la piel, es compartido por muchos y ha abierto la puerta a un amplio campo donde se fusionan medicina y estética. Hoy se cuenta con variadas técnicas antienvejecimiento, promesas de una eficacia que, aun condicionada (sólo se logra retardar el inevitable proceso de envejecer), alimentan la ilusión de verse jóvenes un poco más.
“Entre las alternativas antienvejecimiento hay métodos conservadores, la aplicación de rellenos faciales, el uso de toxina botulínica u otras; y técnicas invasivas que son procedimientos quirúrgicos como tal. Estas técnicas también cambian la relación morfológica con la idea de mejorar el contorno facial: la extracción de bolsas de grasa, la colocación de implantes para aumentar el mentón, corrección de la nariz, mejoras en el contorno del pabellón auricular o en el tercio superior del rostro (párpados y cejas), reducción de la papada, lifting… Son muchas y muy variadas las opciones desde el punto quirúrgico”, resaltó el cirujano plástico Ignacio González García, especialista del Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva “Dr. José Guerrerosantos”.
Certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, el doctor González compartió en entrevista algunos aspectos a tomar en cuenta, antes de someterse a una terapia antienvejecimiento.
El primero: no hay una técnica mejor que otra. De hecho, pueden complementarse procedimientos quirúrgicos y el uso de rellenos para dar un poco de volumen, por lo cual “en cada caso se tendrá que hacer un análisis muy cuidadoso del contorno facial”, sostuvo. Además debe evaluarse la historia clínica del paciente, su estilo de vida y sus expectativas: lo que desea modificar o corregir.
Ignacio González recordó que el interés por preservar la belleza y la juventud acompaña a la humanidad y hay indicios de ellos en culturas antiguas. Mucho se ha probado y la búsqueda de la panacea continúa. Sin embargo, hay opciones que sin ser definitivas permiten lucir un rostro más jovial y menos cansado.
El proceso de envejecimiento comienza a los 35 años de edad. Y por aspectos hormonales al principio es más acelerado en las mujeres. “Empiezan a dejarse de producir hormonas y a disminuir otras sustancias que se encuentran en la piel de forma natural, como el ácido hialurónico. Al reducirse, se comienzan a perder firmeza, lozanía y otras características. La piel se vuelve más laxa, aparecen las primeras líneas de expresión y es justo aquí donde se tiene que empezar a trabajar, cuidando aspectos nutricionales y del estilo de vida”, acotó el médico.
A partir de los 35 años de edad por tanto es ideal el manejo preventivo: cuidarse de los rayos ultravioleta que aceleran el proceso de envejecimiento. “Por se hace tanto hincapié en el uso de bloqueadores solares”, insistió. Igual de importante es dejar de fumar, pues la falta de oxígeno también propicia el envejecimiento prematuro de la piel.
Si llegó a los 45 años habrá de notar ya cambios en el contorno del rostro. Ignacio González explicó que no sólo envejece la piel, sino todo el organismo, incluidos los huesos. “Con la disminución ósea nuestra estructura facial comienza a adelgazarse, a perder volumen y contribuye a que la piel se vea más laxa”.
Primeros tratamientos
Desde los 40 años ya es posible recurrir a los tratamientos conservadores para retardar o aminorar los efectos del envejecimiento, entre ellos es muy conocida la aplicación de toxina botulínica, conocida por el nombre comercial de Botox. Esta toxina es producida por una bacteria y al inyectarse en pequeñas dosis paraliza los músculos faciales y se ‘borran’ las arrugas. Este efecto dura aproximadamente entre tres y seis meses. Después de este lapso, los músculos volverán a moverse y reaparecerán las arrugas. Comúnmente se aplica alrededor de los ojos, en la frente y en el entrecejo.
“Un músculo que no trabaja se va atrofiando y evita que se manifiesten más esas líneas de expresión… El efecto de la toxina botulínica dependerá de la tolerancia del individuo. A veces es recomendable alternar el tipo de toxina que se aplica. Esto siempre a criterio del facultativo”, comentó González García.
Otra opción son los rellenos faciales, sustancias biocompatibles con nuestro organismo. La más popular es el ácido hialurónico, de origen biológico, que estimula la producción de colágeno. Se utiliza para aminorar las arrugas del entrecejo y la frente, las patas de gallo, para ‘llenar’ los surcos nasolabiales y arrugas de las mejillas. También para la corrección de ojeras, de la flacidez periocular (ojos caídos), para la pérdida de volumen facial y pómulos hundidos; así como para el perfilado o relleno de labios.
Es importante resaltar que deben utilizarse productos aprobados por autoridades sanitarias reguladoras, como la Cofepris en el caso de México. Y por ningún motivo inyectarse sustancias no autorizadas.
Una opción más es la aplicación de grasa autóloga (microlipoinyección), la cual es extraída del propio cuerpo del paciente para rellenar zonas hundidas o demacradas del rostro o agregar volumen. Así se restaura el contorno facial, las mejillas, el mentón, la zona debajo de los ojos.
Del bisturí
Alrededor de los 50 años puede considerar y alternar los tratamientos conservadores con las técnicas quirúrgicas. El entrevistado advirtió que en muchas ocasiones la laxitud de la piel es resultado de la pérdida de peso hacia esta edad. La cuestión genética también juega un rol importante, que incide en la caída de párpados, el descenso de la ceja y otras huellas del envejecimiento. Una cirugía de párpados (blefaroplastia) o de elevación de ceja, resultará muy favorecedora para mejorar la apariencia en el tercio superior de la cara. Para el segundo tercio se trabajan técnicas como la resección de mejillas y para el tercio inferior, la colocación de implantes en el mentón, por citar algunas.
En una intervención es posible realizar varias correcciones o procedimientos: la elevación de ceja, la cirugía de párpados superior o inferior, las líneas de la frente. Es importante consultar con su especialista e informarse a fondo, aconsejó el doctor González, tras explicar que usted puede tener interés en una corrección específica sin haber tomado en cuenta todo el contorno y armonía. Un error común cuando se va en pos de un estereotipo de nariz, por ejemplo.
Finalmente, el especialista hizo hincapié en que no solo basta someterse a una cirugía o rellenar arrugas. El llevar una dieta sana, hacer ejercicio 30 minutos diarios, beber suficiente agua, evitar desvelarse, limitar el consumo de alcohol y dejar de fumar son hábitos que deben seguirse para que las técnicas antienvejecimiento resulten exitosas por más tiempo.
Claves
Las arrugas
Las arrugas en la piel son las primeras señales del envejecimiento
Se producen debido a la pérdida de colágeno, proceso que se acelera por la exposición al sol, pérdida brusca de peso, gestos repetidos y tabaquismo.
Opciones antienvejicimiento
De cirugía plástica
Blefaroplastia (cirugía de párpados). Repara los párpados caídos.
Estiramiento facial (lifting). Retiro del exceso de piel en el rostro y cuello. Elimina la flacidez.
Elevación de ceja
Cirugía de papada
Implantes
Opciones de medicina estética
Aplicación de toxina botulínica. Paraliza temporalmente músculos faciales y se atenúan las arrugas.
Rellenos faciales. Sustancias para dar volumen. Se aplican inyecciones en las zonas faciales con arrugas.
Microlipoinyección (con grasa autóloga). Se emplea grasa del propio cuerpo, lo que requiere de su extracción previa, limpieza de las células grasas e inyección de las mismas en las zonas a tratar.
Fuente: Dr. Ignacio González García, cirujano plástico reconstructivista certificado.
SRN