Ciudad de México /
Margarita Zavala calculó bien sus movimientos, mandó a la lona a Ricardo Anaya y se coloca como uno de los candidatos independientes más aventajados. Hay muchas posibilidades de que el fenómeno Margarita se convierta en un gran movimiento, algo similar a lo que ocurrió con Cuauhtémoc Cárdenas. Aunado a ello, el PAN entra a una cuarta etapa en la que puede convertirse en un partido de masas, que aglutine a muchos sectores y grupos.
Escucha a Ricardo Alemán, columnista de Milenio.