El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, encendió el “Árbol de la esperanza 2021” en el edificio central, como parte de una tradición que data de 30 años y que en esta ocasión simboliza las horas difíciles por la pandemia, el deber cumplido y las horas benignas por venir.
“Encendemos muchas veces luces para iluminar un camino oscuro, para pedir milagros, para pedir por causas difíciles. Encendemos luces también por los que ya no están, para que les vaya mejor a los que aquí; encendemos luces también y hoy, sobre todo para darnos un respiro por los últimos 21 meses de vida”, dijo.
Un respiro para celebrar la vida, la salud y a las familias del IMSS. “Es una oportunidad a ser niñas, a ser niños otra vez, luego de estar en el centro del huracán, pero salimos adelante”.
En el árbol se encuentran un tren de madera de pasajeros, de responsabilidades y trabajo; significa nuestro recorrido permanente por todo el país.
“Lele, la muñeca tan representativa que ya es una embajadora más de nuestro país. Significa bebé en lengua otomí, y a mí me encanta porque significa también la resistencia de nuestras tradiciones frente a las finas muñecas europeas de porcelana y después, obviamente, de plástico. En cada casa mexicana hay una Lele de arcilla, de palma, de cabellos de maíz y curiosamente no era, no nació como una muñeca, nació como un artilugio de suerte que protegía a las niñas y a los niños de los malos espíritus”.
Muñecas hechas con trapo, a mano, por mujeres de San Ildefonso Tultepec y de Santiago Mexquititlán, en Querétaro, que se han convertido en las embajadoras de la buena esperanza.
En 2020, dijo, se encendió un árbol huichol del venado azul y la leyenda de estar solos.
“Nunca habíamos estado tan solos, pero nunca nos habíamos sentido tan acompañados”.
Y hoy encendemos este árbol por cada uno y cada una de los 483 mil trabajadores del Seguro Social y por todas sus familias, por esas horas que les hemos robado, por esos días que han enfrentado con enorme esmero la adversidad.
“Les deseo no solamente un merecido descanso, sino un orgullo descanso, no hay horas que más se disfruten de sueño que después de tener la satisfacción del deber cumplido. Forman parte de una familia que se dedicó los últimos meses a salvar al país”.
Es un deber cumplido y por eso este árbol se enciende el día de hoy con el reconfortante anhelo de un 2022 mejor, más seguro y mucho más social, precisó.
FS