Exigir #SeguridadSinGuerra no proviene de una necesidad ociosa de posicionar hashtags o eslóganes para campañas inocuas, como si la sociedad civil estuviera aburrida y no encontrara algo mejor que hacer; sino de las voces de víctimas, de las cientos de miles de muertes, del fracaso de estrategias de seguridad que se han perpetuado sin diagnósticos y de la corrupción que impide que haya estrategia o ley que justifique horrores como los vividos en la última década. Porque mientras hay quienes piensan que “el mito más peligroso” es la ausencia de facultades legales de las Fuerzas Armadas, la realidad golpea y ejecuta en la oscuridad de la noche.
JOS