El senador Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que la salida de Ivonne Ortega del PRI "no debilita al partido" y consideró que todos los que participaron en la contienda sabían los riesgos y “nadie se puede decir robado”, pues ellos pidieron una elección abierta que significaba poner “a un enfermo de terapia intensiva en una caminadora".
“Siempre es lamentable que se salga alguien, pero también hay que decirlo: estaba previsto que la ciudadana Ortega se saliera. Eventualmente ella juzgará si es congruente con lo que se planteaba, porque si entras a una competencia sabes que vas a ganar o perder.
"Entonces será cuestión de conocer exactamente los motivos que la impulsan en esta decisión, ella fue gobernadora por el PRI, bajo los colores del PRI y con un sistema no muy diferente del PRI actual, así que creo que debe haber meditado mucho la decisión. La respeto y la aprecio, pero es una pena”, indicó.
Ramírez Marín criticó que los que ahora critican al partido son los mismos que fueron gobierno y abonaron en la pérdida de confianza de los ciudadanos en el partido tricolor.
“Yo siempre digo que se da esa fórmula mágica de que después de que son gobernadores se aparecen todas estas metas democráticas, principios de apertura y etcétera.
"Hay que pensar en todo eso cuando somos gobierno; esta oportunidad que nos dio el pueblo de México la perdimos desde el gobierno y eso es lo que el PRI tiene que entender, tiene que hacer buenos gobiernos”, resaltó.
El priista acusó que Ivonne Ortega, como interesada en la dirigencia, insistió en que se llevara a cabo una elección abierta cuando estaba sobre la mesa y todos sabían que “había muchos errores, un padrón inflado, sin revisión, un partido conflictuado con estados en los que casi hemos desaparecido; ahora tendremos que trabajar el doble y echarle muchas ganas”.
"El PRI tiene severos problemas, eso no lo niega nadie. Tiene que cambiar muchas cosas", senador Jorge Carlos Ramírez Marín
Puntualizó que mientras él proponían una dirigencia temporal de transición mientras se decidían los cambios profundos que requería el partido y que incluían el cambio de nombre o de logo del partido.
El legislador fue insistente en que los candidatos “sabían cuáles eran las condiciones de la elección y ahora nadie puede llamarse a sorprendido ni a robado porque lo dijimos”.
Respecto a las acusaciones de Ivonne Ortega sobre una presunta alianza entre Alejandro Moreno y el presidente Andrés Manuel López Obrador, Ramírez Marín cuestionó que “¿como para qué necesitaría el presidente López Obrador al presidente del PRI si tiene el gobierno de México?”, por lo que señaló que lo que ahora le toca a los priistas es ser una oposición responsable que busquen que este puesto sea breve, pues lo más importante es volver al gobierno.
ICC