El coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, acusó al gobierno federal de generar cortinas de humo con sus ataques al candidato presidencial de Acción Nacional, Ricardo Anaya para ocultar cinco años de mala conducción económica, corrupción e impunidad.
Sostuvo que el sello distintivo de la actual administración es el endeudamiento, la inflación, el bajo crecimiento económico, la violencia, la corrupción y el uso faccioso de las instituciones, y responsabilizó al candidato presidencial priista, José Antonio Meade, de los malos resultados de las políticas económica y social del país.
"El responsable de las malas decisiones en materia económica y en combate a la pobreza es José Antonio Meade, quien a cargo de estas dos tareas pudo cambiar la situación y no lo hizo. Aquí debe haber una verdadera rendición de cuentas, pero el gobierno de Enrique Peña Nieto está más ocupado en intentar afectar la imagen pública de un adversario político como es Ricardo Anaya y en pactar impunidad con el candidato de Morena, Andrés López Obrador, que en corregir y en castigar la corrupción de sus subalternos", puntualizó.
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Cortés calificó al gobierno federal de irresponsable e incapaz, por haber desatendido el objetivo primordial de erradicar la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la corrupción y, en general, de garantizar una mejor calidad de vida para los mexicanos, por lo que ese será precisamente el reto para el próximo gobierno de coalición que, según dijo, habrá de encabezar Ricardo Anaya.
Indicó que el actual régimen no solamente pasará como el más corrupto de la historia de México, con los mayores escándalos de malversación de recursos públicos, sino además dejará como herencia el lastre de la elevada deuda pública.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados señaló que los gobiernos del PAN dejaron a Peña Nieto un nivel de deuda razonable, de aproximadamente 34 por ciento como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), pero como consecuencia de un manejo irresponsable y despilfarrador, hoy los niveles están por arriba del 50 por ciento como proporción del PIB.
"A todo esto se agrega la corrupción, que tampoco vio el candidato priista José Antonio Meade, que pasó por alto los informes de las auditorías en donde se ha revelado el desvío de los recursos públicos por parte de Rosario Robles, Emilio Lozoya, Gerardo Ruiz Esparza y de Virgilio Andrade; en general, Meade no vio la corrupción de todo el círculo cercano del Presidente Peña y sus negocios particulares de la Casa Blanca y Malinalco, entre otros escándalos de corrupción", comentó.
IRH
