Aunque las armas que se venden en un gun show no están cargadas, y sus papás estaban a algunos metros de ellos —comprando un arma como la que sus hijos jugaban—, esa imagen nunca saldrá de mi mente. Verlos tan acostumbrados a las armas me dejó en claro que el acceso a éstas y el entorno determinan vidas y decisiones. Con acceso a armas me refiero a muchas dimensiones: quizá una de las más claras es que aquí, como en casi cualquier otro gun show en EU, los menores de 10 años… entran gratis. La cultura pro-armas se institucionaliza y replica desde lo más profundo de una promoción como ésta.
Mi primer gun show
En EUA me enfoqué en las macro-tendencias del delito, las masacres, y los tiroteos. En particular, en cómo los grupos económicos y de interés cabildea para cambiar las políticas de armas de fuego.
Ciudad de México /