Ciudad de México /
El presidente Enrique Peña Nieto ha optado por un acercamiento no contencioso. Desde su bochornosa invitación a Trump en agosto, en repetidas ocasiones ha intentado satisfacer las exigencias de Trump. Ha aceptado reabrir las discusiones del TLCAN y ha limitado el debate acerca de "el muro" a quién pagará por él... no si debiera construirse. Peña Nieto ha dicho que ayudará a los mexicanos a quienes Trump dice que deportará, pero no ha esgrimido una postura firme contra las deportaciones en sí mismas. México no tiene por qué apaciguar a Trump así. Puede contraatacar.